/ lunes 13 de junio de 2022

Desde mi óptica | Sintonía mental

La mente tiene un sin número de facultades y de conocimientos como la percepción que nos da la capacidad para recibir mediante los sentidos las imágenes, impresiones o sensaciones externas, o comprender y conocer algo. El pensamiento que es parte del ser humano en el que se considera que se almacenan todas las ideas formadas por la mente. La conciencia trata del conocimiento reflexivo de las cosas y que el sujeto conoce. La memoria nos ayuda a tener la capacidad de recordar imágenes, hechos o situaciones pasadas que quedan en la mente.

Este conjunto de ideas es diferente a otros estados mentales como los deseos que se define como la acción y el efecto de desear, anhelar, aspirar a algo. La sensación que es la impresión que sentimos y que es producida por medio de los sentidos, por ejemplo, el dolor. La creencia que se refiere a todo aquello que creemos fielmente.

De aquí se puede coincidir que toda la creación humana es producto de un pensamiento y que cuando son en forma organizada producen una expresión creativa. Todos tenemos la misma capacidad desde que nacimos y poder organizar nuestros pensamientos, entonces podemos considerar a la mente como una estructura que tiene el poder organizador. Desde luego que este poder no está ubicado solamente en el cerebro, se encuentra en todo nuestro cuerpo, por ello es que desarrollamos todo un universo de pensamientos.

Existen mentes brillantes que sobresalen de las demás, porque poseen un alto coeficiente de inteligencia superior con capacidades para crear, discernir, captar, visualizar. En contraposición, existe el trastorno mental que se refiere a una alteración de tipo emocional de comportamiento en que se afectan los procesos psicológicos como la emoción, la motivación, la conducta, la conciencia, la conducta etc.

Cuando se presente una alteración de carácter emocional, es recomendable acudir con un profesional a efecto de que, mediante un tratamiento psicológico ayude a re direccionar al paciente de algún padecimiento mental y ayudarlo a sentirse mejor, enseñarle las herramientas para el manejo de conflictos, ayudarle a cambiar las creencias limitantes, a vivir en armonía con él y con los demás, ayudarlo a tener confianza y empatía, empoderarlo ante la vida, que el profesionista sea discreto y así con un asesoramiento profesional, puede mejorar su estado de vida.

De aquí que unos estudios afirman que alrededor del 50% de las enfermedades tienen origen emocional, otras investigaciones revelan que puede estar por encima del 80% pues el mismo estrés catalogado como el flagelo del mundo moderno, es responsable de alrededor de medio centenar de patologías, siempre existe una carga emocional en las enfermedades dependiendo de qué tan grande sea, puede agravar el proceso de la enfermedad, es cierto que el cuerpo está preparado para el estrés, siempre y cuando no sea crónico ya que ello termina por vulnerar las partes más sensibles del organismo.

Los problemas gástricos están asociados, también, a procesos de estrés agudos, a emociones negativas como la irritabilidad o mal humor, a la impaciencia, así como problemas como la dermatitis, el dolor de cabeza y los dolores lumbares, a la ansiedad y la insatisfacción.

En otro orden de ideas, los estudios han corroborado que las personas felices, son dueñas, no solo de buenos pensamientos y, por lo tanto, de buenas energías, sino que son capaces de manejar sus emociones, por lo tanto, mantienen una buena salud: Por el contrario, las personas tristes, son negativas, pesimistas, y mas propensas a atraer enfermedades, son más proclives al estrés y más vulnerables a episodios de ansiedad y depresión.

Finalmente, el profesional de la psicología es el elemento principal al evaluar actitudes y conductas en el tratamiento del paciente ya en lo familiar como en lo social, las Universidades e Instituciones Educativas en donde se preparan los futuros profesionistas deben dotarlos de las herramientas necesarias para el buen desempeño de su carrera.


José Roque Albín Huerta.

rector general del Centro Universitario UTEG

joseroque@uteg.edu.mx














La mente tiene un sin número de facultades y de conocimientos como la percepción que nos da la capacidad para recibir mediante los sentidos las imágenes, impresiones o sensaciones externas, o comprender y conocer algo. El pensamiento que es parte del ser humano en el que se considera que se almacenan todas las ideas formadas por la mente. La conciencia trata del conocimiento reflexivo de las cosas y que el sujeto conoce. La memoria nos ayuda a tener la capacidad de recordar imágenes, hechos o situaciones pasadas que quedan en la mente.

Este conjunto de ideas es diferente a otros estados mentales como los deseos que se define como la acción y el efecto de desear, anhelar, aspirar a algo. La sensación que es la impresión que sentimos y que es producida por medio de los sentidos, por ejemplo, el dolor. La creencia que se refiere a todo aquello que creemos fielmente.

De aquí se puede coincidir que toda la creación humana es producto de un pensamiento y que cuando son en forma organizada producen una expresión creativa. Todos tenemos la misma capacidad desde que nacimos y poder organizar nuestros pensamientos, entonces podemos considerar a la mente como una estructura que tiene el poder organizador. Desde luego que este poder no está ubicado solamente en el cerebro, se encuentra en todo nuestro cuerpo, por ello es que desarrollamos todo un universo de pensamientos.

Existen mentes brillantes que sobresalen de las demás, porque poseen un alto coeficiente de inteligencia superior con capacidades para crear, discernir, captar, visualizar. En contraposición, existe el trastorno mental que se refiere a una alteración de tipo emocional de comportamiento en que se afectan los procesos psicológicos como la emoción, la motivación, la conducta, la conciencia, la conducta etc.

Cuando se presente una alteración de carácter emocional, es recomendable acudir con un profesional a efecto de que, mediante un tratamiento psicológico ayude a re direccionar al paciente de algún padecimiento mental y ayudarlo a sentirse mejor, enseñarle las herramientas para el manejo de conflictos, ayudarle a cambiar las creencias limitantes, a vivir en armonía con él y con los demás, ayudarlo a tener confianza y empatía, empoderarlo ante la vida, que el profesionista sea discreto y así con un asesoramiento profesional, puede mejorar su estado de vida.

De aquí que unos estudios afirman que alrededor del 50% de las enfermedades tienen origen emocional, otras investigaciones revelan que puede estar por encima del 80% pues el mismo estrés catalogado como el flagelo del mundo moderno, es responsable de alrededor de medio centenar de patologías, siempre existe una carga emocional en las enfermedades dependiendo de qué tan grande sea, puede agravar el proceso de la enfermedad, es cierto que el cuerpo está preparado para el estrés, siempre y cuando no sea crónico ya que ello termina por vulnerar las partes más sensibles del organismo.

Los problemas gástricos están asociados, también, a procesos de estrés agudos, a emociones negativas como la irritabilidad o mal humor, a la impaciencia, así como problemas como la dermatitis, el dolor de cabeza y los dolores lumbares, a la ansiedad y la insatisfacción.

En otro orden de ideas, los estudios han corroborado que las personas felices, son dueñas, no solo de buenos pensamientos y, por lo tanto, de buenas energías, sino que son capaces de manejar sus emociones, por lo tanto, mantienen una buena salud: Por el contrario, las personas tristes, son negativas, pesimistas, y mas propensas a atraer enfermedades, son más proclives al estrés y más vulnerables a episodios de ansiedad y depresión.

Finalmente, el profesional de la psicología es el elemento principal al evaluar actitudes y conductas en el tratamiento del paciente ya en lo familiar como en lo social, las Universidades e Instituciones Educativas en donde se preparan los futuros profesionistas deben dotarlos de las herramientas necesarias para el buen desempeño de su carrera.


José Roque Albín Huerta.

rector general del Centro Universitario UTEG

joseroque@uteg.edu.mx