/ lunes 25 de febrero de 2019

Desde mi óptica / Seguimos en febrero

En ediciones anteriores, hicimos un recuento histórico de las principales conmemoraciones de este mes: 5 de Febrero, conmemoración de la promulgación de nuestros pactos federales de 1857 y 1917, respectivamente; día 14, aniversario de la fundación definitiva de nuestra querida Guadalajara; el 19, celebración del Día del Ejercito Mexicano.

El Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, son los símbolos patrios de los Estados Unidos Mexicanos que constituyen un orgullo de los mexicanos frente a todo el mundo.

El pasado 24 se llevaron a cabo los festejos relativos al día de la Bandera Nacional mexicana ya que es ésta, la que nos da identidad nacional, es el símbolo que nos representa en lo interno y externo, que, al ver nuestro emblema nacional, nos damos cuenta de que tiene una historia en la cual se conjugan conceptos de la historia, territorio, cultura, política y religión.

Es verdaderamente interesante la evolución histórica de nuestra Bandera, de acuerdo a algunos historiadores, principalmente, se usó desde el siglo XIX al inicio de la guerra de la Independencia de México cuando el cura Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor (llamado el Padre de la Patria), tomó como bandera un lienzo de la Virgen de Guadalupe. Posteriormente, el Siervo de la Nación, José María Morelos y Pavón, en la segunda etapa de la Guerra de Independencia Mexicana, usó una bandera hasta 1814 en una forma diferente ya con una águila y corona al centro, con la leyenda en latín, que traducida al español significa “Con los ojos y las uñas, igualmente victoriosa”.

Así fueron transcurriendo los años, durante el Plan de Iguala, surgió la Bandera Trigarante; tras el movimiento de Independencia, Agustín Cosme Damián de Iturbide y Aramburu, también conocido como Agustín de Iturbide o Agustín I, oficializó la bandera colocando en el centro un nopal y un águila coronada, en el Imperio de Fernando José María de Habsburgo-Lorena con la dignidad de ser el segundo emperador de México y único monarca del llamado, Segundo Imperio Mexicano, cambio en forma abrupta aquella bandera apareciendo por primera vez la serpiente devorada y reproducía cuatro veces el águila coronada en las esquinas.

Otra época de la historia, cuando Benito Pablo Juárez García subió al poder, entró en vigor la llamada segunda Bandera Nacional, diseñada mostrando el águila en el centro, sin corona que devoraba una serpiente. Durante el Porfiriato, José de la Cruz Porfirio Díaz Mori (Porfirio Díaz), se realizaron dos cambios en el lábaro patrio cuya proporción se definió oficialmente con el águila de frente devorando una serpiente.

Al asumir el mandato como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Venustiano Carranza Garza, con el propósito de borrar el régimen anterior (de Porfirio Díaz), hizo un cambio a la bandera, que el águila estuviera de perfil para hacer referencia a la República. En el año de 1934 se estableció por primera vez, una legislación para los Símbolos Patrios renovando el Diseño del Escudo Nacional, en este trayecto histórico, finalmente, en el periodo presidencial de Gustavo Díaz Ordaz Bolaños, se ordenó no hacer más cambios a la bandera y su ordenamiento se ha respetado hasta la fecha.

Haciendo un círculo a la historia, fue en 1940, durante el mandato presidencial de Lázaro Cárdenas del Río que instituyó el 24 de febrero fuera conmemorado nuestro lábaro patrio como símbolo y representación nacional ante el mundo.

Respetable lector, desde luego que existen historiadores que solo se refieren como bandera a aquellas que iniciaron con el nacionalismo mexicano derivado del movimiento social del siglo XIX, nosotros como mexicanos estamos orgullosos de nuestros símbolos patrios que nos dan orgullo y pertenencia, estamos en febrero mes de muchos legados que nos dejaron nuestros antepasados. Gracias

Rector General del Centro Universitario UTEG*

E. mail: joseroque@uteg.edu.mx

En ediciones anteriores, hicimos un recuento histórico de las principales conmemoraciones de este mes: 5 de Febrero, conmemoración de la promulgación de nuestros pactos federales de 1857 y 1917, respectivamente; día 14, aniversario de la fundación definitiva de nuestra querida Guadalajara; el 19, celebración del Día del Ejercito Mexicano.

El Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, son los símbolos patrios de los Estados Unidos Mexicanos que constituyen un orgullo de los mexicanos frente a todo el mundo.

El pasado 24 se llevaron a cabo los festejos relativos al día de la Bandera Nacional mexicana ya que es ésta, la que nos da identidad nacional, es el símbolo que nos representa en lo interno y externo, que, al ver nuestro emblema nacional, nos damos cuenta de que tiene una historia en la cual se conjugan conceptos de la historia, territorio, cultura, política y religión.

Es verdaderamente interesante la evolución histórica de nuestra Bandera, de acuerdo a algunos historiadores, principalmente, se usó desde el siglo XIX al inicio de la guerra de la Independencia de México cuando el cura Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor (llamado el Padre de la Patria), tomó como bandera un lienzo de la Virgen de Guadalupe. Posteriormente, el Siervo de la Nación, José María Morelos y Pavón, en la segunda etapa de la Guerra de Independencia Mexicana, usó una bandera hasta 1814 en una forma diferente ya con una águila y corona al centro, con la leyenda en latín, que traducida al español significa “Con los ojos y las uñas, igualmente victoriosa”.

Así fueron transcurriendo los años, durante el Plan de Iguala, surgió la Bandera Trigarante; tras el movimiento de Independencia, Agustín Cosme Damián de Iturbide y Aramburu, también conocido como Agustín de Iturbide o Agustín I, oficializó la bandera colocando en el centro un nopal y un águila coronada, en el Imperio de Fernando José María de Habsburgo-Lorena con la dignidad de ser el segundo emperador de México y único monarca del llamado, Segundo Imperio Mexicano, cambio en forma abrupta aquella bandera apareciendo por primera vez la serpiente devorada y reproducía cuatro veces el águila coronada en las esquinas.

Otra época de la historia, cuando Benito Pablo Juárez García subió al poder, entró en vigor la llamada segunda Bandera Nacional, diseñada mostrando el águila en el centro, sin corona que devoraba una serpiente. Durante el Porfiriato, José de la Cruz Porfirio Díaz Mori (Porfirio Díaz), se realizaron dos cambios en el lábaro patrio cuya proporción se definió oficialmente con el águila de frente devorando una serpiente.

Al asumir el mandato como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Venustiano Carranza Garza, con el propósito de borrar el régimen anterior (de Porfirio Díaz), hizo un cambio a la bandera, que el águila estuviera de perfil para hacer referencia a la República. En el año de 1934 se estableció por primera vez, una legislación para los Símbolos Patrios renovando el Diseño del Escudo Nacional, en este trayecto histórico, finalmente, en el periodo presidencial de Gustavo Díaz Ordaz Bolaños, se ordenó no hacer más cambios a la bandera y su ordenamiento se ha respetado hasta la fecha.

Haciendo un círculo a la historia, fue en 1940, durante el mandato presidencial de Lázaro Cárdenas del Río que instituyó el 24 de febrero fuera conmemorado nuestro lábaro patrio como símbolo y representación nacional ante el mundo.

Respetable lector, desde luego que existen historiadores que solo se refieren como bandera a aquellas que iniciaron con el nacionalismo mexicano derivado del movimiento social del siglo XIX, nosotros como mexicanos estamos orgullosos de nuestros símbolos patrios que nos dan orgullo y pertenencia, estamos en febrero mes de muchos legados que nos dejaron nuestros antepasados. Gracias

Rector General del Centro Universitario UTEG*

E. mail: joseroque@uteg.edu.mx