/ lunes 27 de junio de 2022

Desde mi óptica | Mente sanadora


Existen estudios científicos e investigaciones de campo que la mente tiene un sin número de facultades curativas, sanadoras y de conocimientos como la percepción que nos da la capacidad para recibir mediante los sentidos las imágenes, impresiones o sensaciones externas, o comprender y conocer algo, el pensamiento que es parte del ser humano en el que se considera que se almacenan todas las ideas formadas por la mente, la conciencia trata del conocimiento reflexivo de las cosas y que el sujeto conoce, la memoria nos ayuda a tener la capacidad de recordar imágenes, hechos o situaciones pasadas que quedan en la mente.

Este conjunto de ideas es diferente a otros estados mentales como los deseos que se define como la acción y el efecto de desear, anhelar, aspirar a algo, la sensación que es la impresión que sentimos y que es producida por medio de los sentidos, por ejemplo, el dolor. La creencia que se refiere a todo aquello que creemos fielmente.

De aquí se puede coincidir que toda la creación humana es producto de un pensamiento y que cuando son en forma organizada producen una expresión creativa, todos tenemos la misma capacidad desde que nacimos y poder organizar nuestros pensamientos, entonces podemos considerar a la mente como una estructura que tiene el poder organizador. Desde luego que este poder no está ubicado solamente en el cerebro, se encuentra en todo nuestro cuerpo, por ello es que desarrollamos todo un universo de pensamientos.

Existen mentes brillantes que sobresalen de las demás, porque poseen un alto coeficiente de inteligencia superior con capacidades para crear, discernir, captar, visualizar, en contraposición, existe el trastorno mental que se refiere a una alteración de tipo emocional de comportamiento en que se afectan los procesos psicológicos como la emoción, la motivación, la conducta, la conciencia, etc.

Cuando se presente una alteración de carácter emocional, es recomendable acudir con un profesional a efecto de que, mediante un tratamiento psicológico ayude a re direccionar al paciente de algún padecimiento mental y ayudarlo a sentirse mejor, enseñarle las herramientas para el manejo de conflictos, ayudarle a cambiar las creencias limitantes, a vivir en armonía con él y con los demás, ayudarlo a tener confianza y empatía, empoderarlo ante la vida, que el profesionista sea discreto y así con un asesoramiento profesional, puede mejorar su estado de vida.

Ahora bien, los factores psicológicos pueden influir de forma importante en la percepción del dolor, en especial del dolor crónico y a veces también en la discapacidad relacionada con el dolor, casi todos los dolores tienen algún tipo de base física, sin embargo, los factores psicológicos como la ansiedad y la depresión, pueden hacer que las personas afectadas se sienten menos capaces de controlar sus síntomas y, por tanto, menos capaces de realizar sus actividades cotidianas.

En otro orden de ideas, en muy pocos casos, la persona tiene dolor persistente con evidencia de trastornos psicológicos y sin indicios de un trastorno que pudiera explicar la causa del dolor o su intensidad, de tal caso que este dolor se puede describir como psicógeno, sin embargo, el dolor psicofisiológico es un término más adecuado, ya que el dolor resulta de la interacción de factores físicos y psicológicos.

El hecho de que el dolor empeore por factores psicológicos no significa que no sea real. La mayoría de las personas que refieren dolor realmente lo sienten, aunque no se identifique causa física alguna. Los médicos siempre investigan si existe un trastorno físico que pueda repercutir en el dolor crónico, pero, a menudo, no se encuentra una explicación adecuada para el dolor.

El profesional de la psicología es el elemento principal al evaluar actitudes y conductas en el tratamiento del paciente ya en lo familiar como en lo social, tomando en consideración que la mayoría de las patologías provienen de la mente cuando no se sabe controlar, una vez conociendo el motivo de ese padecimiento, nuestra mente se convierte en sanadora dependiendo el origen de aquella enfermedad.


Rector general del Centro Universitario UTEG*

joseroque@uteg.edu.mx



Existen estudios científicos e investigaciones de campo que la mente tiene un sin número de facultades curativas, sanadoras y de conocimientos como la percepción que nos da la capacidad para recibir mediante los sentidos las imágenes, impresiones o sensaciones externas, o comprender y conocer algo, el pensamiento que es parte del ser humano en el que se considera que se almacenan todas las ideas formadas por la mente, la conciencia trata del conocimiento reflexivo de las cosas y que el sujeto conoce, la memoria nos ayuda a tener la capacidad de recordar imágenes, hechos o situaciones pasadas que quedan en la mente.

Este conjunto de ideas es diferente a otros estados mentales como los deseos que se define como la acción y el efecto de desear, anhelar, aspirar a algo, la sensación que es la impresión que sentimos y que es producida por medio de los sentidos, por ejemplo, el dolor. La creencia que se refiere a todo aquello que creemos fielmente.

De aquí se puede coincidir que toda la creación humana es producto de un pensamiento y que cuando son en forma organizada producen una expresión creativa, todos tenemos la misma capacidad desde que nacimos y poder organizar nuestros pensamientos, entonces podemos considerar a la mente como una estructura que tiene el poder organizador. Desde luego que este poder no está ubicado solamente en el cerebro, se encuentra en todo nuestro cuerpo, por ello es que desarrollamos todo un universo de pensamientos.

Existen mentes brillantes que sobresalen de las demás, porque poseen un alto coeficiente de inteligencia superior con capacidades para crear, discernir, captar, visualizar, en contraposición, existe el trastorno mental que se refiere a una alteración de tipo emocional de comportamiento en que se afectan los procesos psicológicos como la emoción, la motivación, la conducta, la conciencia, etc.

Cuando se presente una alteración de carácter emocional, es recomendable acudir con un profesional a efecto de que, mediante un tratamiento psicológico ayude a re direccionar al paciente de algún padecimiento mental y ayudarlo a sentirse mejor, enseñarle las herramientas para el manejo de conflictos, ayudarle a cambiar las creencias limitantes, a vivir en armonía con él y con los demás, ayudarlo a tener confianza y empatía, empoderarlo ante la vida, que el profesionista sea discreto y así con un asesoramiento profesional, puede mejorar su estado de vida.

Ahora bien, los factores psicológicos pueden influir de forma importante en la percepción del dolor, en especial del dolor crónico y a veces también en la discapacidad relacionada con el dolor, casi todos los dolores tienen algún tipo de base física, sin embargo, los factores psicológicos como la ansiedad y la depresión, pueden hacer que las personas afectadas se sienten menos capaces de controlar sus síntomas y, por tanto, menos capaces de realizar sus actividades cotidianas.

En otro orden de ideas, en muy pocos casos, la persona tiene dolor persistente con evidencia de trastornos psicológicos y sin indicios de un trastorno que pudiera explicar la causa del dolor o su intensidad, de tal caso que este dolor se puede describir como psicógeno, sin embargo, el dolor psicofisiológico es un término más adecuado, ya que el dolor resulta de la interacción de factores físicos y psicológicos.

El hecho de que el dolor empeore por factores psicológicos no significa que no sea real. La mayoría de las personas que refieren dolor realmente lo sienten, aunque no se identifique causa física alguna. Los médicos siempre investigan si existe un trastorno físico que pueda repercutir en el dolor crónico, pero, a menudo, no se encuentra una explicación adecuada para el dolor.

El profesional de la psicología es el elemento principal al evaluar actitudes y conductas en el tratamiento del paciente ya en lo familiar como en lo social, tomando en consideración que la mayoría de las patologías provienen de la mente cuando no se sabe controlar, una vez conociendo el motivo de ese padecimiento, nuestra mente se convierte en sanadora dependiendo el origen de aquella enfermedad.


Rector general del Centro Universitario UTEG*

joseroque@uteg.edu.mx