/ lunes 16 de mayo de 2022

Desde mi óptica | Mejor opción, parte final

Ser mamá es como tener una extensión de sí misma en el hijo o en la hija, ya que es sangre de su sangre, es tener la esperanza de dar vida a esa personita que se lleva adentro y es parte de cada mujer, de su ser, lleva sus cualidades y defectos,

ser madre es una bendición que dura toda la vida, es una experiencia tan grande que nunca alcanzan las palabras para describir lo significa tener un hijo.

Las madres son únicas, no sólo porque nos han dado la vida, sino porque nos dan su vida cada día de nuestras vidas, sin ellas, no hubiéramos llegado a ser lo que somos hoy en día, nos cuidan, protegen, nos ayudan a crecer, nos dicen las verdades que duelen, pero también son las únicas que nos hacen sonreír cuando otros no lo consiguen.

El tema del embarazo por violación se ha vuelto uno de los asuntos fundamentales de las políticas de población de México, además, una parte importante de estos embarazos terminan en aborto, y muchos de ellos se llevan a cabo en condiciones de inseguridad que fatalmente concluye con el fallecimiento de la mujer, sin duda es una problemática asociada por el desconocimiento o falta de información de saber qué hacer en caso de un embarazo no deseado.

Ahora bien, hablar de violación sexual, no es hablar del tema de sexualidad que significaría placer, goce, de vinculación amorosa, de pasión de entrega y de erotismo, es hablar de un acto que atenta contra la dignidad, libertad y el derecho de elegir de la mujer, de ser así, el cuerpo de la mujer es usado como un objeto de propiedad del agresor el cual puede someter impunemente a su autoridad.

Se hace referencia al marco conceptual, de violación y maternidad, enfocándose desde la visión de género, dentro de un escenario social histórico donde la violencia contra las mujeres como una acción de incidencia universal, que no excluye a la cultura Latinoamérica y por ende a nuestro país, es así que, la violencia contra las mujeres constituye violación a los Derechos Humanos y un problema de salud pública, que hasta en la primera década del dos mil se empieza a visualizar y legislar con más atención como resultado de presiones internacionales y nacionales.

La recuperación de las víctimas de una violación no sólo se vincula al esfuerzo de los directamente involucrados, sino que requiere de una toma de conciencia de toda la sociedad en relación a las construcciones de género que aún hoy contribuyen a crear sentimientos de culpa y de vergüenza en las mujeres abusadas, ante este escenario, a veces es fácil decidir qué hacer ante un embarazo no planificado resultado de una violación.

Ahora bien, la vida tiene su complejidad, en muchos casos pareciera injusta, es probable que muchos lo hayamos concebido de esa manera más de una vez, en el rubro de la mujer que desea ser madre y por alguna causa ajena a su voluntad no tiene esa posibilidad es muy duro, como también lo debe ser estar embarazada y no desear que exista el alumbramiento es cuando recurre a lo que se estima ser lo más fácil y apropiado sin medir las consecuencias físicas, mentales y de creencias que ello implica; pero, gracias a las bondades legales, se tiene una herramienta permitida que es la adopción, de esa manera se pueden salvar vidas y contribuir a que muchas parejas puedan cumplir su sueño de formar una familia, de educar, dar amor a su hijo y compartir una vida juntos.

En otro orden de ideas, adoptar un bebé es muy complicado viéndolo por el lado administrativo tomando en consideración las instituciones que intervienen en la supervisión de que aquella adopción ya que existen entrevistas y estudios a la pareja que pretende adoptar, según sea el caso, viajes al extranjero, debiéndose tomar en cuenta y potenciar la adopción como iniciativa del aborto.

Finalmente, esta benéfica figura jurídica de la adopción es un acto de amor en el que se instituye un vínculo irreversible entre adoptados y adoptivos ya que se integran al núcleo familiar, extendiéndose no solo en un solo sentido, sino que también son sujetos de la adopción, niños, niñas, adolescentes y personas mayores de edad, así como aquellos que sufren de alguna patología que no les permite desarrollarse como una persona que no la tiene.

*Rector general del Centro Universitario UTEG

Correo. joseroque@uteg.edu.mx

Ser mamá es como tener una extensión de sí misma en el hijo o en la hija, ya que es sangre de su sangre, es tener la esperanza de dar vida a esa personita que se lleva adentro y es parte de cada mujer, de su ser, lleva sus cualidades y defectos,

ser madre es una bendición que dura toda la vida, es una experiencia tan grande que nunca alcanzan las palabras para describir lo significa tener un hijo.

Las madres son únicas, no sólo porque nos han dado la vida, sino porque nos dan su vida cada día de nuestras vidas, sin ellas, no hubiéramos llegado a ser lo que somos hoy en día, nos cuidan, protegen, nos ayudan a crecer, nos dicen las verdades que duelen, pero también son las únicas que nos hacen sonreír cuando otros no lo consiguen.

El tema del embarazo por violación se ha vuelto uno de los asuntos fundamentales de las políticas de población de México, además, una parte importante de estos embarazos terminan en aborto, y muchos de ellos se llevan a cabo en condiciones de inseguridad que fatalmente concluye con el fallecimiento de la mujer, sin duda es una problemática asociada por el desconocimiento o falta de información de saber qué hacer en caso de un embarazo no deseado.

Ahora bien, hablar de violación sexual, no es hablar del tema de sexualidad que significaría placer, goce, de vinculación amorosa, de pasión de entrega y de erotismo, es hablar de un acto que atenta contra la dignidad, libertad y el derecho de elegir de la mujer, de ser así, el cuerpo de la mujer es usado como un objeto de propiedad del agresor el cual puede someter impunemente a su autoridad.

Se hace referencia al marco conceptual, de violación y maternidad, enfocándose desde la visión de género, dentro de un escenario social histórico donde la violencia contra las mujeres como una acción de incidencia universal, que no excluye a la cultura Latinoamérica y por ende a nuestro país, es así que, la violencia contra las mujeres constituye violación a los Derechos Humanos y un problema de salud pública, que hasta en la primera década del dos mil se empieza a visualizar y legislar con más atención como resultado de presiones internacionales y nacionales.

La recuperación de las víctimas de una violación no sólo se vincula al esfuerzo de los directamente involucrados, sino que requiere de una toma de conciencia de toda la sociedad en relación a las construcciones de género que aún hoy contribuyen a crear sentimientos de culpa y de vergüenza en las mujeres abusadas, ante este escenario, a veces es fácil decidir qué hacer ante un embarazo no planificado resultado de una violación.

Ahora bien, la vida tiene su complejidad, en muchos casos pareciera injusta, es probable que muchos lo hayamos concebido de esa manera más de una vez, en el rubro de la mujer que desea ser madre y por alguna causa ajena a su voluntad no tiene esa posibilidad es muy duro, como también lo debe ser estar embarazada y no desear que exista el alumbramiento es cuando recurre a lo que se estima ser lo más fácil y apropiado sin medir las consecuencias físicas, mentales y de creencias que ello implica; pero, gracias a las bondades legales, se tiene una herramienta permitida que es la adopción, de esa manera se pueden salvar vidas y contribuir a que muchas parejas puedan cumplir su sueño de formar una familia, de educar, dar amor a su hijo y compartir una vida juntos.

En otro orden de ideas, adoptar un bebé es muy complicado viéndolo por el lado administrativo tomando en consideración las instituciones que intervienen en la supervisión de que aquella adopción ya que existen entrevistas y estudios a la pareja que pretende adoptar, según sea el caso, viajes al extranjero, debiéndose tomar en cuenta y potenciar la adopción como iniciativa del aborto.

Finalmente, esta benéfica figura jurídica de la adopción es un acto de amor en el que se instituye un vínculo irreversible entre adoptados y adoptivos ya que se integran al núcleo familiar, extendiéndose no solo en un solo sentido, sino que también son sujetos de la adopción, niños, niñas, adolescentes y personas mayores de edad, así como aquellos que sufren de alguna patología que no les permite desarrollarse como una persona que no la tiene.

*Rector general del Centro Universitario UTEG

Correo. joseroque@uteg.edu.mx