Los historiadores señalan cuatro épocas históricas por las que ha pasado nuestro México; la prehispánica, la colonial que abarca dos periodos: conquista y virreinato, la guerra de independencia que es cuando en nuestro país se dan los primeros años como nación y, finalmente, el Porfiriato, la Revolución Mexicana, hasta nuestros días.
De tal forma que en aquellos tiempos se tuvo la imperiosa necesidad de que México tuviese en definitiva una norma suprema que fundamentara todo un ordenamiento jurídico a efecto de que rigiera los derechos y deberes del ciudadano ya que en una constitución se encuentran las leyes que rigen a las personas de una sociedad, ya que, si no existiera, la gente haría lo que quisiera.
México es de los pocos países que a través del tiempo y como factor importante de los vaivenes sociales, han generado que, en cada momento histórico de nuestra nación, hayan surgido leyes y normas para el establecimiento de un orden social tomando como antecedente la Constitución de Cádiz España de 1812; el Decreto Constitucional para la Libertad de América Latina de 1814 de José María Morelos y Pavón llamado el Siervo de la Nación que desde luego esta constitución no tuvo vigencia, ya que a finales de 1815 comenzaba a reestablecerse la administración virreinal, la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, las siete leyes Constitucionales de 1835-1836, las Bases Orgánicas de la República de 1843, Acta Constitutiva de Reformas de 1847, la Constitución Política de la República Mexicana de 1857, hasta llegar a la Constitución de 1917 la cual nos rige hasta nuestros días.
En esta investigación, por lo significativo de este día (5 de febrero), me avocaré a la síntesis de solo dos Constituciones la de 1857 y la de 1917.
La Constitución de la República Mexicana de 1857, se caracterizó por tener un contenido de carácter liberal, desde luego redactada por el Congreso Constituyente durante el mandato como Presidente Interino de México de José Ignacio Gregorio Comonfort de los Ríos del 11 de diciembre de 1855 al 30 de noviembre de 1857, en la cual estableció las garantías individuales a los ciudadanos mexicanos, la libertad de expresión, la libertad de asamblea, la libertad de portar armas, reafirmó la abolición de la esclavitud, eliminó la prisión por deudas civiles, las formas de castigo por tormento incluso la pena de muerte, las alcabalas y aduanas internas, entre otras bondades.
La Constitución de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, introdujo significativos cambios en beneficio de la sociedad mexicana ya que fue la primera en incluir bastantes derechos sociales; se fundamentó el régimen laboral fijando la jornada máxima de ocho horas regulando el descanso semanal, delimito la edad de los jóvenes para trabajar que fuera entre los 12 y 16 años, prohibiendo el trabajo de los niños, consagró el derecho a la huelga y el de asociación sindical; decretó la educación primaria como gratuita, obligatoria y laica, acabó con las jefaturas políticas, proclamo el municipio libre como la base de la organización política territorial, marcó un cambio en la función del Estado, pues obligó a regular la economía y la sociedad frente a una sociedad civil fragmentada.
La voluntad política del Presidente Venustiano Carranza Garza y el Constituyente de su época, mostraron su deseo de favorecer al pueblo, aunque en la realidad no se reflejó un beneficio inmediato, por los turbulentos sociales de nuestro México.
Nuestra Carta Fundamental cuenta con 136 artículos conformada por dos partes, conocidas como dogmática y orgánica. Es oportuno mencionar que, desde su promulgación, el 5 de febrero de 1917, a 102 años de haber entrado en vigor, ha sufrido aproximadamente 700 modificaciones, por lo que se considera tres veces más extensa que de su texto original.
Respetable lector, esta es la estructura jurídica por la cual nos regimos los mexicanos, gracias por todo.
Rector General del Centro Universitario UTEG*
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