/ lunes 18 de junio de 2018

Desde mi óptica / De cualquier forma

La gratitud se define dentro de la escala de valores, como un sentimiento de reconocimiento o agradecimiento que una persona tiene hacía quién le ha hecho un favor, es una virtud que tienen ciertas personas con el objetivo de reconocer a aquel individuo que lo ayudó. Desde luego que existen componentes que se vinculan con la gratitud; el amor, la fidelidad y la amistad, en la cual la persona favorecida muestra ese afecto ya sea con palabras o con hechos.

Es una emoción positiva que estudia la psicología tradicional, que expresa aprecio a otra persona. Incluso, está fuertemente vinculada con la religión, especialmente con la católica, judía e islámica. Los fieles realizan peticiones de ayuda o protección a Dios, y cuando algo que fue pedido se cumple, se dan gracias a través de rezos, de promesas, peregrinaciones u otra figura de creencia y agradecimiento por haberse concedido dicha petición.

Ahora bien, el agradecimiento se define como una actitud de reconocimiento por algo que se ha recibido, un beneficio, un gesto o un favor. En nuestro entorno social, familiar, laboral, ser agradecido reviste una importancia entre las relaciones humanas, en las que ambas partes se muestran en dar y recibir sin esperar nada a cambio pero que favorece para alcanzar una sociedad mejor.

Podemos sentir gratitud por la ayuda económica, por el trabajo ofrecido, la prestación de un objeto que se necesita, la asistencia de una enfermedad o momento de convalecencia, por quién ofrece su amistad o amor, entre otros. El ser agradecido implica apreciar cada instante lo que otros hacen por nosotros, ser conscientes de su actitud y ayuda creando un compromiso de confianza y reciprocidad con ellos.

También es un valor que nos distingue como personas, ya que todos necesitamos de todos sin esperar nada a cambio, y con esta acción se siente la misma felicidad que la persona que fue beneficiada de esa acción. Debemos estar agradecidos con la vida, reconocer a nuestros semejantes por lo que son, borrar de nuestra mente egoísmos, maledicencia, arrogancia, envidias y todo aquello que nos tiene atados o anclados a no ser agradecidos, así, nosotros mismos debemos agradecernos por nuestra entereza, superación y valentía.

Adoptar estos valores implica estar dispuestos a ser recíprocos, compartir emociones, dificultades, problemas donde fluye esa reciprocidad, con una idéntica actitud cuando sea necesario, es así como se estrechan los vínculos familiares de amistad y compañerismo, esto es tan sencillo que puede expresarse con una sonrisa, unas gracias, una llamada telefónica, un fuerte y sincero abrazo, un beso respetuoso, con afecto, una manifestación de aprecio por el apoyo recibido, etc.

De los estudios en la psicología se desprende que ser agradecidos, supone ya un modo de liberación personal. Es reconocer, es actuar con humildad y sin artificios, aprendiendo a valorar lo que de verdad es importante en la vida.

De esa investigación se desprenden, principalmente, cuatro pilares del agradecimiento. Apertura emocional, ya que existen varias personas a las que les cuesta trabajo dar las gracias. La gratitud y el reconocimiento son los mejores regalos del ser humano, es una forma universal de conocimiento y de unión para unir vínculos. Ser agradecido no es estar en deuda, si en tu interior queda esa sensación, de la obligatoriedad por devolver un favor, no estaremos practicando un agradecimiento libre, sincero y espontáneo. La importancia del agradecimiento personal, el auto reconocimiento no transige ninguna norma, sino que es un pilar básico con el cuál, refuerza tu autoestima.

Estimado amigo lector gracias por sus importantes análisis que me envían respecto a mis aportaciones, es claro que de cualquier forma como se defina el agradecimiento y la gratitud, es importante que la practiquemos por nuestro bienestar personal.


Rector General del Centro Universitario UTEG*

joseroque@uteg.edu.mx


La gratitud se define dentro de la escala de valores, como un sentimiento de reconocimiento o agradecimiento que una persona tiene hacía quién le ha hecho un favor, es una virtud que tienen ciertas personas con el objetivo de reconocer a aquel individuo que lo ayudó. Desde luego que existen componentes que se vinculan con la gratitud; el amor, la fidelidad y la amistad, en la cual la persona favorecida muestra ese afecto ya sea con palabras o con hechos.

Es una emoción positiva que estudia la psicología tradicional, que expresa aprecio a otra persona. Incluso, está fuertemente vinculada con la religión, especialmente con la católica, judía e islámica. Los fieles realizan peticiones de ayuda o protección a Dios, y cuando algo que fue pedido se cumple, se dan gracias a través de rezos, de promesas, peregrinaciones u otra figura de creencia y agradecimiento por haberse concedido dicha petición.

Ahora bien, el agradecimiento se define como una actitud de reconocimiento por algo que se ha recibido, un beneficio, un gesto o un favor. En nuestro entorno social, familiar, laboral, ser agradecido reviste una importancia entre las relaciones humanas, en las que ambas partes se muestran en dar y recibir sin esperar nada a cambio pero que favorece para alcanzar una sociedad mejor.

Podemos sentir gratitud por la ayuda económica, por el trabajo ofrecido, la prestación de un objeto que se necesita, la asistencia de una enfermedad o momento de convalecencia, por quién ofrece su amistad o amor, entre otros. El ser agradecido implica apreciar cada instante lo que otros hacen por nosotros, ser conscientes de su actitud y ayuda creando un compromiso de confianza y reciprocidad con ellos.

También es un valor que nos distingue como personas, ya que todos necesitamos de todos sin esperar nada a cambio, y con esta acción se siente la misma felicidad que la persona que fue beneficiada de esa acción. Debemos estar agradecidos con la vida, reconocer a nuestros semejantes por lo que son, borrar de nuestra mente egoísmos, maledicencia, arrogancia, envidias y todo aquello que nos tiene atados o anclados a no ser agradecidos, así, nosotros mismos debemos agradecernos por nuestra entereza, superación y valentía.

Adoptar estos valores implica estar dispuestos a ser recíprocos, compartir emociones, dificultades, problemas donde fluye esa reciprocidad, con una idéntica actitud cuando sea necesario, es así como se estrechan los vínculos familiares de amistad y compañerismo, esto es tan sencillo que puede expresarse con una sonrisa, unas gracias, una llamada telefónica, un fuerte y sincero abrazo, un beso respetuoso, con afecto, una manifestación de aprecio por el apoyo recibido, etc.

De los estudios en la psicología se desprende que ser agradecidos, supone ya un modo de liberación personal. Es reconocer, es actuar con humildad y sin artificios, aprendiendo a valorar lo que de verdad es importante en la vida.

De esa investigación se desprenden, principalmente, cuatro pilares del agradecimiento. Apertura emocional, ya que existen varias personas a las que les cuesta trabajo dar las gracias. La gratitud y el reconocimiento son los mejores regalos del ser humano, es una forma universal de conocimiento y de unión para unir vínculos. Ser agradecido no es estar en deuda, si en tu interior queda esa sensación, de la obligatoriedad por devolver un favor, no estaremos practicando un agradecimiento libre, sincero y espontáneo. La importancia del agradecimiento personal, el auto reconocimiento no transige ninguna norma, sino que es un pilar básico con el cuál, refuerza tu autoestima.

Estimado amigo lector gracias por sus importantes análisis que me envían respecto a mis aportaciones, es claro que de cualquier forma como se defina el agradecimiento y la gratitud, es importante que la practiquemos por nuestro bienestar personal.


Rector General del Centro Universitario UTEG*

joseroque@uteg.edu.mx