/ lunes 15 de agosto de 2022

Desde mi óptica | ¡Cuidado!

La palabra hambre, se refiere al estado general de carencia de alimentos e inseguridad alimentaria que afecta a todos los grupos de población. La desnutrición es el resultado fisiológico del hambre y/o la enfermedad y se manifiesta en un amplio déficit de macro y micro nutrientes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el hambre es una sensación física incómoda o dolorosa, causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria, se vuelve crónica cuando la persona no consume una cantidad suficiente de calorías que es la energía alimentaria, de forma regular para llevar una vida normal, activa y saludable.

De aquí que, la pobreza es la mayor causa de hambre en el mundo, esto es cierto tanto en países ricos como en los pobres, no importa si las personas viven en áreas urbanas o rurales. La mayoría de aquellos que sufren de hambre viven sumidos en la pobreza extrema a nivel mundial son los pequeños agricultores en los países en desarrollo, ya que muchos no poseen tierra para cultivar suficientes alimentos para el autoconsumo durante todo el año y el poco el ingreso obtenido de sus ventas no les alcanza para poder comprar alimentos una vez que los suyos se agotan, aunado a ello, los altos costos de los insumos para la siembra.

Agregando más todavía, la escasez alimentaria en los países en desarrollo es muy común, el período anterior a una cosecha es conocido como la temporada de hambre, ya que, los alimentos de la cosecha anterior se terminan y las familias recortan sus comidas este período puede durar meses, dependiendo del tamaño de la cosecha anterior y del temporal que en ocasiones las lluvias no son extensas o comienzan en una forma tardía. Las familias disminuyen sus comidas a una sola al día, hasta que al final terminan sin comer por días. Otra razón para la escasez de alimentos es que hasta un 40% de los alimentos cultivados en algunos países se pierde. Los pequeños agricultores no tienen las facilidades de almacenaje adecuadas para proteger sus cosechas de las plagas y el clima.

Ahora bien, los precios de los alimentos y los gastos en general, como renta de una vivienda, energía eléctrica, gas, transporte y otros más están subiendo a niveles extremos estableciendo records de los registros más altos de inflación alimentaria en los últimos años y, en la actualidad a decir de grupos de economistas se vislumbra una inflación mucho más alta. El precio es una función principal de las curvas de oferta y demanda, cuando la demanda de un producto sube, se produce un aumento en el precio, y lo contrario también es cierto. Cuando la demanda cae con la oferta a una constante, los precios se reducen.

En otro orden de ideas, es sabido, la paz y la seguridad internacionales no sólo son el resultado de la ausencia de guerras, es decir, no son únicamente el fundamento de la preservación del orden o ausencia de violencia, sino que incluyen también, para ser alcanzadas, aspectos diversos, tales como la seguridad alimentaria, la seguridad sanitaria, la seguridad ambiental, el control del terrorismo internacional, la regulación de los flujos masivos de migración, entre otros, todos estos aspectos se inscriben en el marco de un concepto amplio de paz y seguridad internacionales, por lo que exigen acciones multidimensionales para remediar las crisis y/o conflictos derivados por la causa del hambre y los altos costos de los muy reducidos elementos principales necesarios para la supervivencia humana.

Por último, los gastos económicos en el hogar es un tema que a todos nos involucra, ya que esto nos permite saber cuánto podemos gastar, según nuestros ingresos y crear un plan de gastos personales o familiares, de esta manera se puede organizar por orden de prioridad. Es una realidad que, en este proceso de crear un presupuesto, pueden surgir cambios, ya que pueden aparecer imprevistos, es precisamente que dicho presupuesto, el cual se va a anticipar a estas circunstancias de carestía que se prevé aumentará. Organicemos nuestros ingresos armonizándolos con nuestros gastos.


José Roque Albín Huerta.

Rector general del Centro Universitario Uteg.

joseroque@uteg.edu.mx

La palabra hambre, se refiere al estado general de carencia de alimentos e inseguridad alimentaria que afecta a todos los grupos de población. La desnutrición es el resultado fisiológico del hambre y/o la enfermedad y se manifiesta en un amplio déficit de macro y micro nutrientes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el hambre es una sensación física incómoda o dolorosa, causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria, se vuelve crónica cuando la persona no consume una cantidad suficiente de calorías que es la energía alimentaria, de forma regular para llevar una vida normal, activa y saludable.

De aquí que, la pobreza es la mayor causa de hambre en el mundo, esto es cierto tanto en países ricos como en los pobres, no importa si las personas viven en áreas urbanas o rurales. La mayoría de aquellos que sufren de hambre viven sumidos en la pobreza extrema a nivel mundial son los pequeños agricultores en los países en desarrollo, ya que muchos no poseen tierra para cultivar suficientes alimentos para el autoconsumo durante todo el año y el poco el ingreso obtenido de sus ventas no les alcanza para poder comprar alimentos una vez que los suyos se agotan, aunado a ello, los altos costos de los insumos para la siembra.

Agregando más todavía, la escasez alimentaria en los países en desarrollo es muy común, el período anterior a una cosecha es conocido como la temporada de hambre, ya que, los alimentos de la cosecha anterior se terminan y las familias recortan sus comidas este período puede durar meses, dependiendo del tamaño de la cosecha anterior y del temporal que en ocasiones las lluvias no son extensas o comienzan en una forma tardía. Las familias disminuyen sus comidas a una sola al día, hasta que al final terminan sin comer por días. Otra razón para la escasez de alimentos es que hasta un 40% de los alimentos cultivados en algunos países se pierde. Los pequeños agricultores no tienen las facilidades de almacenaje adecuadas para proteger sus cosechas de las plagas y el clima.

Ahora bien, los precios de los alimentos y los gastos en general, como renta de una vivienda, energía eléctrica, gas, transporte y otros más están subiendo a niveles extremos estableciendo records de los registros más altos de inflación alimentaria en los últimos años y, en la actualidad a decir de grupos de economistas se vislumbra una inflación mucho más alta. El precio es una función principal de las curvas de oferta y demanda, cuando la demanda de un producto sube, se produce un aumento en el precio, y lo contrario también es cierto. Cuando la demanda cae con la oferta a una constante, los precios se reducen.

En otro orden de ideas, es sabido, la paz y la seguridad internacionales no sólo son el resultado de la ausencia de guerras, es decir, no son únicamente el fundamento de la preservación del orden o ausencia de violencia, sino que incluyen también, para ser alcanzadas, aspectos diversos, tales como la seguridad alimentaria, la seguridad sanitaria, la seguridad ambiental, el control del terrorismo internacional, la regulación de los flujos masivos de migración, entre otros, todos estos aspectos se inscriben en el marco de un concepto amplio de paz y seguridad internacionales, por lo que exigen acciones multidimensionales para remediar las crisis y/o conflictos derivados por la causa del hambre y los altos costos de los muy reducidos elementos principales necesarios para la supervivencia humana.

Por último, los gastos económicos en el hogar es un tema que a todos nos involucra, ya que esto nos permite saber cuánto podemos gastar, según nuestros ingresos y crear un plan de gastos personales o familiares, de esta manera se puede organizar por orden de prioridad. Es una realidad que, en este proceso de crear un presupuesto, pueden surgir cambios, ya que pueden aparecer imprevistos, es precisamente que dicho presupuesto, el cual se va a anticipar a estas circunstancias de carestía que se prevé aumentará. Organicemos nuestros ingresos armonizándolos con nuestros gastos.


José Roque Albín Huerta.

Rector general del Centro Universitario Uteg.

joseroque@uteg.edu.mx