/ miércoles 26 de mayo de 2021

Demonio: el que divide


A escasos 10 días de las elecciones en México las campañas político electorales aumentan el desaliento social por el creciente torrente de acusaciones, ofensas, palabras altisonantes en una batallas campal entre candidatos. De igual manera es lamentable que las escasas y demagógicas propuestas (con poco contenido y posibilidades reales) predominan tanto en la propaganda a través de medios como por la oralidad de los aspirantes.

La inseguridad pública, la violencia, la abundancia de armas, asesinatos, desaparición de personas, amenazas a partidos políticos y sus dirigencias, la cancelación de elecciones en algunos lugares, son la cotidiana información que se da por todas las vías en los noticieros. Este desorden ya forma parte de la costumbre social en tanto que no es del conocimiento de la gente , al menos con amplitud, las labores en obras y servicios públicos derivados de los niveles de gobierno y ahora menos por la veda electoral. Pero ¿es esto lo que merecemos los habitantes de este país?

La mayoría de los candidatos deben acatar las normas electorales al igual que las autoridades sin embargo en Palacio Nacional la ley parecen ser la decoración en el papel sanitario de ya saben quien. Comprobado está que las leyes deben ser acatadas por todos pero muchos que están en el poder, mismos que han logrado polarizar a la de por sí desunida sociedad. “Divide y vencerás”, dice la estratégica frase que funciona sobre todo en las dictaduras disfrazadas de democracia, como es la mexicana.

Peor es el panorama cuando la inmensa mayoría de connacionales se desinteresan del verdadero meollo de la política que antecede al servicio público puesto que esos suspirantes (a seguir en la nómina) al resultar electos deben ser los empleados de la comuna y es todo lo contrario. Cuando alguien destaca con actividades positivas en los 100 metros planos, por ejemplo, cualquier medio el vulgo acuñó una frase: “corre como un demonio”. Cuando se actúa negativamente también se aplica: “Parece que trae el demonio adentro”.

Y ante las circunstancias sociales y peligrosas que vive el mundo y dando una vista a las Escrituras, todo indica que impera el mal casi a plenitud en este mundo y que la sociedad cada vez se ha degenerado al grado de padecer lo que ahora aflige y avasalla a la gente. En lo político y administrativa queda claro que las conductas humanas negativas predominan y siguiendo la cauda costumbrista “estamos en un infierno”

Bien lo dijo aquél que usted ya sabe: “Al diablo las instituciones”. Y parece que lo está logrando.

Lo peor es que la masa social se deja llevar por la malvada inercia. El diccionario dice que la palabra demonio significa “Ángel malo”. “¿Saben que significa la palabra demonio?”, preguntó hace dos semanas un sacerdote. El mismo clérigo dijo: “demonio significa el que divide”.

Pregunta boba: también los señores de Morena sufren amenazas, desapariciones, levantones, alejamiento u olvido de sus aspiraciones electorales?

Y…qué pasa?

* Periodista

mjimenezibanez@gmail.com


A escasos 10 días de las elecciones en México las campañas político electorales aumentan el desaliento social por el creciente torrente de acusaciones, ofensas, palabras altisonantes en una batallas campal entre candidatos. De igual manera es lamentable que las escasas y demagógicas propuestas (con poco contenido y posibilidades reales) predominan tanto en la propaganda a través de medios como por la oralidad de los aspirantes.

La inseguridad pública, la violencia, la abundancia de armas, asesinatos, desaparición de personas, amenazas a partidos políticos y sus dirigencias, la cancelación de elecciones en algunos lugares, son la cotidiana información que se da por todas las vías en los noticieros. Este desorden ya forma parte de la costumbre social en tanto que no es del conocimiento de la gente , al menos con amplitud, las labores en obras y servicios públicos derivados de los niveles de gobierno y ahora menos por la veda electoral. Pero ¿es esto lo que merecemos los habitantes de este país?

La mayoría de los candidatos deben acatar las normas electorales al igual que las autoridades sin embargo en Palacio Nacional la ley parecen ser la decoración en el papel sanitario de ya saben quien. Comprobado está que las leyes deben ser acatadas por todos pero muchos que están en el poder, mismos que han logrado polarizar a la de por sí desunida sociedad. “Divide y vencerás”, dice la estratégica frase que funciona sobre todo en las dictaduras disfrazadas de democracia, como es la mexicana.

Peor es el panorama cuando la inmensa mayoría de connacionales se desinteresan del verdadero meollo de la política que antecede al servicio público puesto que esos suspirantes (a seguir en la nómina) al resultar electos deben ser los empleados de la comuna y es todo lo contrario. Cuando alguien destaca con actividades positivas en los 100 metros planos, por ejemplo, cualquier medio el vulgo acuñó una frase: “corre como un demonio”. Cuando se actúa negativamente también se aplica: “Parece que trae el demonio adentro”.

Y ante las circunstancias sociales y peligrosas que vive el mundo y dando una vista a las Escrituras, todo indica que impera el mal casi a plenitud en este mundo y que la sociedad cada vez se ha degenerado al grado de padecer lo que ahora aflige y avasalla a la gente. En lo político y administrativa queda claro que las conductas humanas negativas predominan y siguiendo la cauda costumbrista “estamos en un infierno”

Bien lo dijo aquél que usted ya sabe: “Al diablo las instituciones”. Y parece que lo está logrando.

Lo peor es que la masa social se deja llevar por la malvada inercia. El diccionario dice que la palabra demonio significa “Ángel malo”. “¿Saben que significa la palabra demonio?”, preguntó hace dos semanas un sacerdote. El mismo clérigo dijo: “demonio significa el que divide”.

Pregunta boba: también los señores de Morena sufren amenazas, desapariciones, levantones, alejamiento u olvido de sus aspiraciones electorales?

Y…qué pasa?

* Periodista

mjimenezibanez@gmail.com