/ martes 10 de noviembre de 2020

Democracia americana

Oscar Ramírez Castellanos

La historia nos ha hecho creer que la democracia perfecta es la norteamericana, no obstante y no necesariamente el que obtiene el mayor número de votos de los ciudadanos de manera directa es el que gana, cómo sucedió en 2016, Hilary Clinton a pesar de haber obtenido aproximadamente 68 millones de votos sobre los 62 millones que obtuvo Trump, quien no obstante llegó a la presidencia, habiendo obtenido la mayoría de votos de los delegados que representa cada uno de los 50 estados de la unión americana en el colegio electoral, quien es el que decide las elecciones de nuestro vecino del norte.

Hoy 4 años después la historia parece repetirse, de nuevo la gran mayoría de las encuestas que aseguraban un amplio margen de alrededor de 10 puntos de los hoy demócratas Biden-Harris sobre Trump, no fue certera, ya que si bien es cierto son los virtuales ganadores, la diferencia apenas sería de un 3% y además con la gran controversia que se generó por los votos recibidos vía correo postal después del cierre de los centros de votación el pasado 3 de noviembre.

Sin embargo, los resultados de estas elecciones presidenciales del 2020 son históricas por 3 grandes motivos a mi parecer; en primer lugar porque las elecciones fueron mucho más cerradas de lo que parecía, en segundo lugar, la fórmula de presidente y vicepresidenta Biden-Harris, serían los que más número de votos directos de los ciudadanos recibiría en la historia de los Estados Unidos de Norteamérica, con más de 75 millones de votos y en tercer lugar siendo el de mayor relevancia de estas elecciones es que por primera vez llegará como vicepresidenta a la Casa Blanca una mujer, “Kamala Harris” que además es de ascendencia Asiático-Afro-Americana, logrando alcanzar lo que históricamente era inimaginable y que seguro servirá de antecedente para nuestro país, estado y municipios.

Ahora bien, la pregunta obligada de este resultado es ¿Quién gana más con el triunfo de los demócratas Biden-Harris?, sin duda serán los mismos norteamericanos, toda vez que estarían dando el Adiós a un presidente polémico que polarizó a su país, hizo a un lado y humilló a las mujeres, no le dio importancia al cambio climático, desintegró a muchas familias de migrantes, avivó el racismo entre otros muchos temas, que tendrán que resolver de manera muy fina, la nueva pareja al mando del país más poderoso del mundo, donde la unión de sus ciudadanos será lo más complejo de ese mandato que iniciará el 20 de enero de 2021, si las cosas se mantienen en el rumbo actual.

Un último cuestionamiento sería; ¿en que beneficiará a nuestro país la llegada de Biden-Harris a la casa blanca? La respuesta es compleja e incierta como la historia nos lo ha marcado en las relaciones bilaterales, no obstante, lo que si nos dejará son un par de lecciones, la primera es que el populismo y la polarización del presidente hacia su país tienen fecha de caducidad y la segunda lección es que en 2021 los mexicanos tendremos la oportunidad de fortalecer la Democracia Mexicana levantando la voz al presidente, mediante el voto.

Twitter.- @ORmzCastellanos

Facebook.- @ramirezcastellanos.oscar

Oscar Ramírez Castellanos

La historia nos ha hecho creer que la democracia perfecta es la norteamericana, no obstante y no necesariamente el que obtiene el mayor número de votos de los ciudadanos de manera directa es el que gana, cómo sucedió en 2016, Hilary Clinton a pesar de haber obtenido aproximadamente 68 millones de votos sobre los 62 millones que obtuvo Trump, quien no obstante llegó a la presidencia, habiendo obtenido la mayoría de votos de los delegados que representa cada uno de los 50 estados de la unión americana en el colegio electoral, quien es el que decide las elecciones de nuestro vecino del norte.

Hoy 4 años después la historia parece repetirse, de nuevo la gran mayoría de las encuestas que aseguraban un amplio margen de alrededor de 10 puntos de los hoy demócratas Biden-Harris sobre Trump, no fue certera, ya que si bien es cierto son los virtuales ganadores, la diferencia apenas sería de un 3% y además con la gran controversia que se generó por los votos recibidos vía correo postal después del cierre de los centros de votación el pasado 3 de noviembre.

Sin embargo, los resultados de estas elecciones presidenciales del 2020 son históricas por 3 grandes motivos a mi parecer; en primer lugar porque las elecciones fueron mucho más cerradas de lo que parecía, en segundo lugar, la fórmula de presidente y vicepresidenta Biden-Harris, serían los que más número de votos directos de los ciudadanos recibiría en la historia de los Estados Unidos de Norteamérica, con más de 75 millones de votos y en tercer lugar siendo el de mayor relevancia de estas elecciones es que por primera vez llegará como vicepresidenta a la Casa Blanca una mujer, “Kamala Harris” que además es de ascendencia Asiático-Afro-Americana, logrando alcanzar lo que históricamente era inimaginable y que seguro servirá de antecedente para nuestro país, estado y municipios.

Ahora bien, la pregunta obligada de este resultado es ¿Quién gana más con el triunfo de los demócratas Biden-Harris?, sin duda serán los mismos norteamericanos, toda vez que estarían dando el Adiós a un presidente polémico que polarizó a su país, hizo a un lado y humilló a las mujeres, no le dio importancia al cambio climático, desintegró a muchas familias de migrantes, avivó el racismo entre otros muchos temas, que tendrán que resolver de manera muy fina, la nueva pareja al mando del país más poderoso del mundo, donde la unión de sus ciudadanos será lo más complejo de ese mandato que iniciará el 20 de enero de 2021, si las cosas se mantienen en el rumbo actual.

Un último cuestionamiento sería; ¿en que beneficiará a nuestro país la llegada de Biden-Harris a la casa blanca? La respuesta es compleja e incierta como la historia nos lo ha marcado en las relaciones bilaterales, no obstante, lo que si nos dejará son un par de lecciones, la primera es que el populismo y la polarización del presidente hacia su país tienen fecha de caducidad y la segunda lección es que en 2021 los mexicanos tendremos la oportunidad de fortalecer la Democracia Mexicana levantando la voz al presidente, mediante el voto.

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