/ martes 11 de enero de 2022

Déjà vu

Hace un año, iniciando el 2021, vivimos un pico de casos terribles. Para ese 10 de enero, en Jalisco contábamos con 2 mil 855 casos activos y 56 mil 111 casos acumulados según cifras del Informe Técnico Diario COVID-19 MÉXICO emitido por la Secretaría de Salud. Sumado a ello y debido a la gravedad de los casos, atestiguamos enormes filas de personas en búsqueda de tanques de oxígeno o de oxígeno para recargarlos, y que además, trajo como consecuencia un incremento en los precios exorbitante.

A un año de distancia, en la primera semana de este 2022 en Jalisco contábamos con más de 5 mil casos activos según la UdeG y superábamos los 171 mil casos acumulados de acuerdo con información de la Secretaría de Salud Federal.

La jefa del Laboratorio de Diagnóstico de Enfermedades Emergentes y Reemergentes, la Dra. Natalí Vega Magaña, dio a conocer que del 2 al 7 de enero el 95% de los casos del estado correspondían a la nueva variante Ómicron, variante que llegó a nuestro país a inicios de diciembre del año pasado y no fue hasta los primeros días de enero que apareció en Jalisco.

En resumen, la alta contagiosidad de esta nueva variante sumada al periodo vacacional de fin de año ha disparado las cifras y nos tiene con cifras récord, como la del sábado 8 fecha en la que se registraron 30 mil 671 casos que rebasaron el anterior tope máximo alcanzado en el país el 18 de agosto, con 28 mil 953 nuevos casos registrados en un solo día.

Sin embargo, es importante mencionar que la gravedad de los casos ha sido menor y esto se debe a la vacunación. Para el 9 de enero ya se habían aplicado más de 151 millones de dosis, más de 82 millones de personas vacunadas y se registraban más de 74 millones de esquemas completos en el país, lo que representa más del 80% de la población adulta vacunada, una cifra sin duda menor y que hoy pese a la ola de contagios nos tiene en números de casos graves mucho menores.

A propósito de la vacunación y no quiero dejar de mencionarlo, hace unos días en una revista médica de Ginecología y Obstetricia se dio a conocer un estudio sobre los efectos de la vacuna en la duración del ciclo menstrual. Lo traigo a colación y es importante mencionarlo porque la salud reproductiva de las mujeres y personas gestantes no es secundaria y por si alguien aún cree que son asuntos privados, ajenos al debate público, les recuerdo que este 2022 arrancamos con una tasa cero de IVA en los productos de gestión menstrual y que eso fue posible debido a la ardua tarea de colocación del tema por parte de colectivas principalmente pero también de muchas académicas, investigadoras, activistas y mujeres políticas.

Ahora bien, hubo en redes sociales y en charlas de persona a persona miles de testimonios sobre la alteración del ciclo menstrual después de la vacunación, efecto secundario que no había sido advertido y menos estudiado. Entre lo reportado estuvieron ciclos más largos, sangrado más abundante o doloroso e incluso se reportó sangrado en casos posmenopáusicos, es decir, después de llevar años sin menstruar. Estudiar estos efectos es importante porque nos advierte sobre lo que podemos esperar y por ende, nos tranquiliza.

El déjà vu es por la escalada de casos después de vacaciones, por ver cómo las vacunas reducen importantemente la gravedad de los casos y porque como ha ocurrido durante los últimos años, cada vez se visibiliza y queda más que comprobado que todo lo que hagamos tiene que estar transversalizado con perspectiva de género.

Hace un año, iniciando el 2021, vivimos un pico de casos terribles. Para ese 10 de enero, en Jalisco contábamos con 2 mil 855 casos activos y 56 mil 111 casos acumulados según cifras del Informe Técnico Diario COVID-19 MÉXICO emitido por la Secretaría de Salud. Sumado a ello y debido a la gravedad de los casos, atestiguamos enormes filas de personas en búsqueda de tanques de oxígeno o de oxígeno para recargarlos, y que además, trajo como consecuencia un incremento en los precios exorbitante.

A un año de distancia, en la primera semana de este 2022 en Jalisco contábamos con más de 5 mil casos activos según la UdeG y superábamos los 171 mil casos acumulados de acuerdo con información de la Secretaría de Salud Federal.

La jefa del Laboratorio de Diagnóstico de Enfermedades Emergentes y Reemergentes, la Dra. Natalí Vega Magaña, dio a conocer que del 2 al 7 de enero el 95% de los casos del estado correspondían a la nueva variante Ómicron, variante que llegó a nuestro país a inicios de diciembre del año pasado y no fue hasta los primeros días de enero que apareció en Jalisco.

En resumen, la alta contagiosidad de esta nueva variante sumada al periodo vacacional de fin de año ha disparado las cifras y nos tiene con cifras récord, como la del sábado 8 fecha en la que se registraron 30 mil 671 casos que rebasaron el anterior tope máximo alcanzado en el país el 18 de agosto, con 28 mil 953 nuevos casos registrados en un solo día.

Sin embargo, es importante mencionar que la gravedad de los casos ha sido menor y esto se debe a la vacunación. Para el 9 de enero ya se habían aplicado más de 151 millones de dosis, más de 82 millones de personas vacunadas y se registraban más de 74 millones de esquemas completos en el país, lo que representa más del 80% de la población adulta vacunada, una cifra sin duda menor y que hoy pese a la ola de contagios nos tiene en números de casos graves mucho menores.

A propósito de la vacunación y no quiero dejar de mencionarlo, hace unos días en una revista médica de Ginecología y Obstetricia se dio a conocer un estudio sobre los efectos de la vacuna en la duración del ciclo menstrual. Lo traigo a colación y es importante mencionarlo porque la salud reproductiva de las mujeres y personas gestantes no es secundaria y por si alguien aún cree que son asuntos privados, ajenos al debate público, les recuerdo que este 2022 arrancamos con una tasa cero de IVA en los productos de gestión menstrual y que eso fue posible debido a la ardua tarea de colocación del tema por parte de colectivas principalmente pero también de muchas académicas, investigadoras, activistas y mujeres políticas.

Ahora bien, hubo en redes sociales y en charlas de persona a persona miles de testimonios sobre la alteración del ciclo menstrual después de la vacunación, efecto secundario que no había sido advertido y menos estudiado. Entre lo reportado estuvieron ciclos más largos, sangrado más abundante o doloroso e incluso se reportó sangrado en casos posmenopáusicos, es decir, después de llevar años sin menstruar. Estudiar estos efectos es importante porque nos advierte sobre lo que podemos esperar y por ende, nos tranquiliza.

El déjà vu es por la escalada de casos después de vacaciones, por ver cómo las vacunas reducen importantemente la gravedad de los casos y porque como ha ocurrido durante los últimos años, cada vez se visibiliza y queda más que comprobado que todo lo que hagamos tiene que estar transversalizado con perspectiva de género.