/ martes 10 de noviembre de 2020

Decisión cautelosa

Tras lograr los votos suficientes para ocupar la Casa Blanca, el demócrata Joe Biden se ha convertido en el presidente electo de Estados Unidos, independientemente de que varios mandatarios y líderes alrededor del mundo, entre ellos el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, no hayan reconocido hasta el momento la victoria del exvicepresidente de la Unión Americana.

Pienso que sí lo harán, pero ya que se investiguen y resuelvan las acusaciones de irregularidades y fraude electoral que se han presentado en el vecino país del norte. Hay que tener presente que el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, autorizó a los fiscales federales “a investigar las denuncias sustanciales de irregularidades en la votación y la contabilización de votos antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones”, escribió Barr mediante carta dirigida a éstos y al FBI.

La autorización en cuestión “ofrece la posibilidad de que Donald Trump recurra al Departamento de Justicia para tratar de impugnar el resultado de las elecciones, que dan la victoria a Joe Biden con 279 votos electorales”, señala una nota de RTVE.es.

Lo que al respecto se sabe es que la campaña de Trump presentó el pasado lunes una demanda para impedir que Pensilvania certifique oficialmente la victoria de Biden. Sobre lo que supuestamente ocurrió en ese estado de la Unión Americana, el magnate estadounidense publicó en su perfil de Twitter: “Pensilvania nos impidió ver gran parte del recuento de papeletas". Impensable e ilegal en este país".

Los republicanos, que se niegan a aceptar la derrota de Donald Trump, acusan un sistema de votación ilegal de dos niveles en los recientes comicios, "lo que resulta en que los votantes estén sujetos a diferentes estándares dependiendo de cómo eligieron ejercer su derecho al voto".

Estas impugnaciones y la batalla legal que libran los republicanos en Estados Unidos, parecen justificar la decisión cautelosa del presidente Andrés Manuel López Obrador y de los demás mandatarios que se han abstenido de felicitar a Joe Biden, entre ellos Vladimir Putin de Rusia, Xi Jinping de China, Recep Tayyip Erdogan de Turquía y Jair Bolsonaro de Brasil.

El presidente de México no se precipita y espera que terminen los desafíos legales. En mi opinión no hace mal, independientemente de la presión mediática que por el tema se ha ejercido sobre él. AMLO espera que las autoridades estadounidenses den los resultados finales de los comicios, y que se resuelvan las acusaciones de supuesto fraude que han emitido los republicanos.

Ante la avalancha de críticas por su postura, el primer mandatario de la nación aclara que no tiene nada en contra de Biden, y que su decisión se fundamenta en los principios de la llamada Doctrina Estrada, formulada el 27 de septiembre de 1930 por Genaro Estrada Félix, en ese tiempo Ministro de Relaciones Exteriores de México. Los principios que invoca AMLO están enunciados en el artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relativos a la autodeterminación de los pueblos y a la no intervención.

Aquí las palabras del tabasqueño al respecto: “No podemos actuar de forma imprudente y no es sólo una cuestión de forma, también es una cuestión de fondo. Tengo el poder y al mismo tiempo la obligación de cumplir con el mandato constitucional en materia de política exterior, [el cual] establece que la política exterior debe estar guiada por los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos, es decir básicamente lo que dijo el presidente Juárez: ‘El respeto a los derechos de los demás es paz’”.

Al margen del reconocimiento de los mandatarios que aún no le felicitan, Joe Biden se prepara ya para los desafíos que tendrá que enfrentar a lo largo de su administración. La tarea de gobernar en estos momentos a Estados Unidos no es fácil si se toma en cuenta que la nación más poderosa del mundo enfrenta grandes problemas económicos, sociales, institucionales y de salud, estos últimos debido a la pandemia de Covid-19, que se ha ensañado con los sectores más desfavorecidos de esa nación, revela un estudio publicado por el centro de investigación Pew.

Twitter: @armayacastro

Tras lograr los votos suficientes para ocupar la Casa Blanca, el demócrata Joe Biden se ha convertido en el presidente electo de Estados Unidos, independientemente de que varios mandatarios y líderes alrededor del mundo, entre ellos el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, no hayan reconocido hasta el momento la victoria del exvicepresidente de la Unión Americana.

Pienso que sí lo harán, pero ya que se investiguen y resuelvan las acusaciones de irregularidades y fraude electoral que se han presentado en el vecino país del norte. Hay que tener presente que el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, autorizó a los fiscales federales “a investigar las denuncias sustanciales de irregularidades en la votación y la contabilización de votos antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones”, escribió Barr mediante carta dirigida a éstos y al FBI.

La autorización en cuestión “ofrece la posibilidad de que Donald Trump recurra al Departamento de Justicia para tratar de impugnar el resultado de las elecciones, que dan la victoria a Joe Biden con 279 votos electorales”, señala una nota de RTVE.es.

Lo que al respecto se sabe es que la campaña de Trump presentó el pasado lunes una demanda para impedir que Pensilvania certifique oficialmente la victoria de Biden. Sobre lo que supuestamente ocurrió en ese estado de la Unión Americana, el magnate estadounidense publicó en su perfil de Twitter: “Pensilvania nos impidió ver gran parte del recuento de papeletas". Impensable e ilegal en este país".

Los republicanos, que se niegan a aceptar la derrota de Donald Trump, acusan un sistema de votación ilegal de dos niveles en los recientes comicios, "lo que resulta en que los votantes estén sujetos a diferentes estándares dependiendo de cómo eligieron ejercer su derecho al voto".

Estas impugnaciones y la batalla legal que libran los republicanos en Estados Unidos, parecen justificar la decisión cautelosa del presidente Andrés Manuel López Obrador y de los demás mandatarios que se han abstenido de felicitar a Joe Biden, entre ellos Vladimir Putin de Rusia, Xi Jinping de China, Recep Tayyip Erdogan de Turquía y Jair Bolsonaro de Brasil.

El presidente de México no se precipita y espera que terminen los desafíos legales. En mi opinión no hace mal, independientemente de la presión mediática que por el tema se ha ejercido sobre él. AMLO espera que las autoridades estadounidenses den los resultados finales de los comicios, y que se resuelvan las acusaciones de supuesto fraude que han emitido los republicanos.

Ante la avalancha de críticas por su postura, el primer mandatario de la nación aclara que no tiene nada en contra de Biden, y que su decisión se fundamenta en los principios de la llamada Doctrina Estrada, formulada el 27 de septiembre de 1930 por Genaro Estrada Félix, en ese tiempo Ministro de Relaciones Exteriores de México. Los principios que invoca AMLO están enunciados en el artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relativos a la autodeterminación de los pueblos y a la no intervención.

Aquí las palabras del tabasqueño al respecto: “No podemos actuar de forma imprudente y no es sólo una cuestión de forma, también es una cuestión de fondo. Tengo el poder y al mismo tiempo la obligación de cumplir con el mandato constitucional en materia de política exterior, [el cual] establece que la política exterior debe estar guiada por los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos, es decir básicamente lo que dijo el presidente Juárez: ‘El respeto a los derechos de los demás es paz’”.

Al margen del reconocimiento de los mandatarios que aún no le felicitan, Joe Biden se prepara ya para los desafíos que tendrá que enfrentar a lo largo de su administración. La tarea de gobernar en estos momentos a Estados Unidos no es fácil si se toma en cuenta que la nación más poderosa del mundo enfrenta grandes problemas económicos, sociales, institucionales y de salud, estos últimos debido a la pandemia de Covid-19, que se ha ensañado con los sectores más desfavorecidos de esa nación, revela un estudio publicado por el centro de investigación Pew.

Twitter: @armayacastro