David Aréchiga Landeros*
El pasado domingo veintidós de abril de 2018 fuimos testigos de un debate que no pasó de ser un pleito de vecindad con señalamientos mutuos entre candidatos, un intercambio de verdades a medias y mentiras completas, que no llegaron a otra cosa que a la exhibición de las miserias de los políticos que todos conocemos.
Los cuatro candidatos de la "chiquillada" que se han quedado muy atrás del moreno puntero Andrés Manuel en la contienda, se dedicaron a practicar el juego de "tírenle al negro", pero "El Peje" les bateó todo lo que le tiraron sin que lograran poncharlo.
Todos los candidatos minoritarios, en los breves momentos en que no se dedicaron a sacarse sus trapitos al sol y a morderse unos a otros como canes feroces, se pusieron a recitar sus "spots" de campaña que ya nos sabemos de memoria y una mínima parte del tiempo hicieron una que otra propuesta sin aterrizarla.
De lo más impactante y contundente que se escuchó fue lo que Anaya recomendó a Meade en cuanto a su propuesta 7de7, incluyendo la explicación de los casos "Odebrechl" donde está implicado Losoya y el escándalo de los gobernadores involucrados en fraudes y lavado de dinero y "el gasolinazo", entre otros casos.
Pero lo más chusco estuvo representado por Jaime Rodríguez "El Bronco", quien amenazó: "Tenemos que mocharle la mano al que robe, así de simple, mocharle las manos al que robe al servicio público... eso no es malo". En ese momento los malpensados nos imaginamos el gran escenario de políticos mancos que tendríamos, emanados del presente sexenio y los miles más que se sumarían si la "Ley Bronco" se aplicara con efectos retroactivos, cuando menos de Fox para acá, pues si nos remontamos al siglo pasado podríamos pasar a la historia como "El país de los políticos mochos".
Margarita también puso su granito de arroz cuando habló de que: "Claro que conmigo no habría reelección, pues de las decisiones de gobierno la responsable sería yo. Claro que he aprendido de Felipe (Calderón)", y además agregó; "Propongo una cárcel en la que estén los del crimen organizado y los corruptos. Que compartan celda. (¿?)
Llamó la atención también que todos los candidatos llegaron acompañados de sus cónyuges y así se observó al final, y la excepción fue Margarita que llegó y se fue sola, circunstancia que nos trasmite un mensaje obvio que habrá que considerar.
Al final, al observar a los cinco candidatos en pleno debate, dio la impresión de que Andrés Manuel López Obrador, como puntero, se limitó a defenderse de las imputaciones recibidas de parte de los cuatro candidatos el PRIAN que están contra él, lo que lleva a la reflexión de que para ganarle al "Peje" tendrán que unirse, lo que no sería extraño, pues el PRIAN ha desgobernado a México en todo lo que va el presente siglo.
Resumo:
El debate que hemos visto/ fue una exposición opaca,/ pues como ya quedó dicho, /
la caballada está flaca.