/ lunes 11 de abril de 2022

De iguales

Este miércoles 6 de abril comenzó la discusión sobre el matrimonio igualitario y la prohibición de las terapias de conversión. Estos temas son importantísimos, urgentes y tienen tiempo postergándose en Jalisco.

Cuando hablamos de matrimonio igualitario hablamos nada más y nada menos de reconocer el derecho de todas las personas a casarse sin importar si se trata de parejas del mismo sexo. Hace más de 10 años, en el entonces Distrito Federal modificó su legislación para permitir estas uniones y esto la convirtió en la primera entidad en hacerlo. En 2010, la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió como inconstitucional definir el matrimonio como una unión que podría ocurrir solamente entre un hombre y una mujer, y cuyo fin primordial era la procreación porque hacerlo promovía la desigualdad al no reconocer el derecho de personas de la diversidad a formar una familia e incluso, de aquellas personas que independientemente de su orientación, decidieran o no tener hijas o hijos.

En 2016, la misma SCJN declaró que los artículos 258, 260 y 267 del Código Civil Estatal eran discriminatorios. Con esto, Jalisco se incluyó en la lista de estados que reconocen el matrimonio igualitario pero no porque hayan modificado y armonizado sus legislaciones sino precisamente porque la Corte les corrigió la plana.

Hasta el momento en el que esta columna fue escrita, en comisiones ya se había aprobado por mayoría el dictamen que reconoce el matrimonio igualitario. Espero que pronto en el estado tengamos la buena noticia.

Por otro lado, eso que llaman “terapias de conversión” , también llamadas Ecosig (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género) son un completo atentado a los derechos humanos, son violentas y deben sin duda de estar prohibidas y penalizadas. Estas supuestas terapias o esfuerzos buscan cambiar la orientación, expresión o identidad de género de alguna persona por vías supuestamente psiquiátricas, psicológicas, espirituales y que además suelen ir acompañadas de acciones psicológica y físicamente coercitivas. En nuestro país existen siete entidades en nuestro país que ya las prohiben: CDMX, Estado de México, Colima, Zacatecas, Yucatán y Baja California Sur.

Las Naciones Unidas han llamado a sumarse al esfuerzo planetario por prohibirlas. Víctor Madrigal-Borloz, por ejemplo, un experto sobre orientación sexual e identidad de género, sostuvo que son “inheremente discriminatorias, crueles, inhumanas y degradantes y que, según el grado de dolor físico o mental infligido a la víctima, pueden equivaler a formas de tortura”.

Así que, en efecto, hoy es un día histórico para Jalisco. Hoy puede ser el día en el que el Congreso del Estado le abra la puerta a un Jalisco de iguales.


* Vicepresidenta de Hagamos

Este miércoles 6 de abril comenzó la discusión sobre el matrimonio igualitario y la prohibición de las terapias de conversión. Estos temas son importantísimos, urgentes y tienen tiempo postergándose en Jalisco.

Cuando hablamos de matrimonio igualitario hablamos nada más y nada menos de reconocer el derecho de todas las personas a casarse sin importar si se trata de parejas del mismo sexo. Hace más de 10 años, en el entonces Distrito Federal modificó su legislación para permitir estas uniones y esto la convirtió en la primera entidad en hacerlo. En 2010, la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió como inconstitucional definir el matrimonio como una unión que podría ocurrir solamente entre un hombre y una mujer, y cuyo fin primordial era la procreación porque hacerlo promovía la desigualdad al no reconocer el derecho de personas de la diversidad a formar una familia e incluso, de aquellas personas que independientemente de su orientación, decidieran o no tener hijas o hijos.

En 2016, la misma SCJN declaró que los artículos 258, 260 y 267 del Código Civil Estatal eran discriminatorios. Con esto, Jalisco se incluyó en la lista de estados que reconocen el matrimonio igualitario pero no porque hayan modificado y armonizado sus legislaciones sino precisamente porque la Corte les corrigió la plana.

Hasta el momento en el que esta columna fue escrita, en comisiones ya se había aprobado por mayoría el dictamen que reconoce el matrimonio igualitario. Espero que pronto en el estado tengamos la buena noticia.

Por otro lado, eso que llaman “terapias de conversión” , también llamadas Ecosig (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género) son un completo atentado a los derechos humanos, son violentas y deben sin duda de estar prohibidas y penalizadas. Estas supuestas terapias o esfuerzos buscan cambiar la orientación, expresión o identidad de género de alguna persona por vías supuestamente psiquiátricas, psicológicas, espirituales y que además suelen ir acompañadas de acciones psicológica y físicamente coercitivas. En nuestro país existen siete entidades en nuestro país que ya las prohiben: CDMX, Estado de México, Colima, Zacatecas, Yucatán y Baja California Sur.

Las Naciones Unidas han llamado a sumarse al esfuerzo planetario por prohibirlas. Víctor Madrigal-Borloz, por ejemplo, un experto sobre orientación sexual e identidad de género, sostuvo que son “inheremente discriminatorias, crueles, inhumanas y degradantes y que, según el grado de dolor físico o mental infligido a la víctima, pueden equivaler a formas de tortura”.

Así que, en efecto, hoy es un día histórico para Jalisco. Hoy puede ser el día en el que el Congreso del Estado le abra la puerta a un Jalisco de iguales.


* Vicepresidenta de Hagamos