/ domingo 31 de marzo de 2019

De Frente al Poder | La licitación y el partido de los Lakers

Óscar Ábrego

Mi buen amigo Rubén Vázquez dice que todos tenemos tres vidas: la privada, la pública y la que nos inventan. Desde mi punto de vista, no hay mejor frase que nos ayude a explicar por qué es necesario que la clase gobernante procure mantener siempre una conducta libre de toda sospecha.

Esto viene a cuenta por el trabajo periodístico de la reportera de el Diario NTR, Sonia Serrano -publicado el pasado 29 de marzo-, en el que devela que uno de los asistentes al partido de basquetbol de los Lakers de Los Ángeles fue un empresario que ganó la licitación más grande en monto económico de la que se tenga registro para el agro jalisciense, es una clara muestra de que el descuido en las formas puede ocasionar mucho daño ante la opinión pública.

El inicio del reportaje es demoledor: “En la imagen que circuló del gobernador Enrique Alfaro Ramírez y la diputada Mirza Flores Gómez, observando desde las primeras filas un partido de basquetbol de los Lakers de Los Ángeles, aparece a la derecha de la legisladora el empresario Guillermo Romo Romero, quien resultó beneficiado con el contrato más importante en lo que va de la actual administración estatal: tres mil 634 millones de pesos para el arrendamiento de maquinaria pesada, equipo y accesorios para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader)”.

Y más adelante escribe: “El mandatario declaró que él había comprado su boleto y el de su pareja, mientras que la diputada aseguró en una primera entrevista que la había invitado “un amigo tequilero”. Romo Romero es hijo del exdueño de la tequilera Casa Herradura, José Guillermo Romo de la Peña”.

Sin pretender polemizar al respecto, pienso que le caería muy bien a este Gobierno hacer una valoración sobre sus maneras de proceder e informar

Más allá de la extraordinaria labor de Sonia, lo cierto es que en ningún momento de la investigación denuncia un acto de corrupción o conflicto de intereses; y más aún, de ningún modo afirma que la evidente cercanía entre inversionista y el mandatario Enrique Alfaro haya tenido que ver con el resultado de una licitación que ya se había consumado.

No obstante lo anterior, lo que sí resulta como consecuencia de su trabajo, es la obligación que la autoridad tiene de explicar con todo detalle el proceso mediante el cual se adjudicó un contrato multimillonario a un amigo que acompaña a una legisladora y al titular del poder Ejecutivo.

Es cierto, el mismo día el Gobierno estatal emitió un comunicado en el que se lee: “El Gobierno del Estado quiere dejar claro que el proceso de licitación fue público, transparente, apegado a la ley y aprobado el 12 de febrero por unanimidad por los miembros del Comité de Adquisiciones, varias semanas antes de la gira en California a la que se hace referencia".

Análisis:

“En el proceso de licitación, cuya información puede consultar cualquier ciudadano, participaron en total cuatro empresas, incluida la ganadora. De ellas, dos fueron descartadas por no ser solventes, y la otra por ofrecer un precio superior. La empresa ganadora de la licitación fue la que ofreció solvencia técnica y las mejores condiciones económicas (alrededor de 250 millones de pesos menos)”.

Sin pretender polemizar al respecto, pienso que le caería muy bien a este Gobierno hacer una valoración sobre sus maneras de proceder e informar, porque el solo hecho de que Guillermo Romo aparezca al lado de una diputada, y cerca del gobernador, no tendría mayor trascendencia si se tratara en un acto público o convite privado, pero como fue en un evento deportivo en butacas de muy alto precio, se presta a todo tipo de especulaciones.

Óscar Ábrego

Mi buen amigo Rubén Vázquez dice que todos tenemos tres vidas: la privada, la pública y la que nos inventan. Desde mi punto de vista, no hay mejor frase que nos ayude a explicar por qué es necesario que la clase gobernante procure mantener siempre una conducta libre de toda sospecha.

Esto viene a cuenta por el trabajo periodístico de la reportera de el Diario NTR, Sonia Serrano -publicado el pasado 29 de marzo-, en el que devela que uno de los asistentes al partido de basquetbol de los Lakers de Los Ángeles fue un empresario que ganó la licitación más grande en monto económico de la que se tenga registro para el agro jalisciense, es una clara muestra de que el descuido en las formas puede ocasionar mucho daño ante la opinión pública.

El inicio del reportaje es demoledor: “En la imagen que circuló del gobernador Enrique Alfaro Ramírez y la diputada Mirza Flores Gómez, observando desde las primeras filas un partido de basquetbol de los Lakers de Los Ángeles, aparece a la derecha de la legisladora el empresario Guillermo Romo Romero, quien resultó beneficiado con el contrato más importante en lo que va de la actual administración estatal: tres mil 634 millones de pesos para el arrendamiento de maquinaria pesada, equipo y accesorios para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader)”.

Y más adelante escribe: “El mandatario declaró que él había comprado su boleto y el de su pareja, mientras que la diputada aseguró en una primera entrevista que la había invitado “un amigo tequilero”. Romo Romero es hijo del exdueño de la tequilera Casa Herradura, José Guillermo Romo de la Peña”.

Sin pretender polemizar al respecto, pienso que le caería muy bien a este Gobierno hacer una valoración sobre sus maneras de proceder e informar

Más allá de la extraordinaria labor de Sonia, lo cierto es que en ningún momento de la investigación denuncia un acto de corrupción o conflicto de intereses; y más aún, de ningún modo afirma que la evidente cercanía entre inversionista y el mandatario Enrique Alfaro haya tenido que ver con el resultado de una licitación que ya se había consumado.

No obstante lo anterior, lo que sí resulta como consecuencia de su trabajo, es la obligación que la autoridad tiene de explicar con todo detalle el proceso mediante el cual se adjudicó un contrato multimillonario a un amigo que acompaña a una legisladora y al titular del poder Ejecutivo.

Es cierto, el mismo día el Gobierno estatal emitió un comunicado en el que se lee: “El Gobierno del Estado quiere dejar claro que el proceso de licitación fue público, transparente, apegado a la ley y aprobado el 12 de febrero por unanimidad por los miembros del Comité de Adquisiciones, varias semanas antes de la gira en California a la que se hace referencia".

Análisis:

“En el proceso de licitación, cuya información puede consultar cualquier ciudadano, participaron en total cuatro empresas, incluida la ganadora. De ellas, dos fueron descartadas por no ser solventes, y la otra por ofrecer un precio superior. La empresa ganadora de la licitación fue la que ofreció solvencia técnica y las mejores condiciones económicas (alrededor de 250 millones de pesos menos)”.

Sin pretender polemizar al respecto, pienso que le caería muy bien a este Gobierno hacer una valoración sobre sus maneras de proceder e informar, porque el solo hecho de que Guillermo Romo aparezca al lado de una diputada, y cerca del gobernador, no tendría mayor trascendencia si se tratara en un acto público o convite privado, pero como fue en un evento deportivo en butacas de muy alto precio, se presta a todo tipo de especulaciones.