/ miércoles 25 de marzo de 2020

Covid-19 y la economía

Como sabemos, la primer enferma en una epidemia mundial como la que vivimos en la actualidad, es la economía. Muestra de esto son las predicciones de crecimiento económico, las cuales nos indican que, en su peor escenario, se reducirá a cero, lo que significaría que el crecimiento de China caería a tan solo 3.5 % (su mínimo histórico desde 1980), aunado a una contracción de la Unión Europea, de Estados Unidos y de Japón. Este escenario colocaría a México en un pronóstico poco favorable con un decrecimiento por debajo del uno por ciento, aunque el presidente, fuera de toda realidad, repita como mantra: “Deseo que el coronavirus no afecte a la economía. Dirán que soy un soñador, un Quijote, un irresponsable”. Sin embargo este sueño quijotesco no se materializó y aquel -peso fortachón- hoy se encuentra en su nivel más bajo al tener que desembolsar más de $25 para adquirir un dólar.

Por lo anterior, no está de más recordar que el quehacer político significa generar bienestar en la sociedad, estrechar desigualdades, transmitir confianza y también tomar decisiones. Mientras que a nivel federal aún existen muchas lagunas de comunicación y de acción ante esta epidemia del Covid-19, tanto en el ámbito de salud como en el económico, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, ha sabido anticiparse a la propagación de esta enfermedad a través de la instalación de medidas sanitarias en centrales de autobuses, puertos marítimos y aeropuertos del estado, la postergación de eventos masivos y cierre de giros, así como echando a andar el plan de contingencia económico con más de mil millones de pesos para el apoyo de pymes y de la ciudadanía en condición de vulnerabilidad económica, de igual manera y apelando a la cooperación de toda la sociedad jalisciense, solicitó permanecer en casa por cinco días, llevando a cabo el distanciamiento social que insta la OMS. A estas tres etapas de la estrategia del “Plan Jalisco Covid-19” se le suma una cuarta, la gestión para la suspensión de vuelos procedentes de lugares con cercos sanitarios detectados por sus autoridades y, la aplicación de pruebas masivas de detección temprana.

En este sentido, el gobierno de Jalisco se toma en serio esta batalla en contra del coronavirus a nivel estatal en las dos esferas más cruciales de esta pandemia, salud y economía. No sabemos, al igual que en ninguna parte del mundo, si estas medidas serán suficientes, sin embargo, el banco de buenas prácticas nos indica que la mejor forma de sortear esta situación es la detección temprana, el distanciamiento social y la inyección a la economía en los sectores que más lo requiere.

Los especialistas en salud y en economía alrededor del mundo han anunciado que lo peor está por venir para México y para América Latina, sin embargo es alentador que en nuestro estado y de manera conjunta, sociedad, iniciativa privada y gobierno, se hayan tomado la decisiones oportunas y medidas necesarias para hacer frente a esta pandemia que tiene sumido al planeta en la incertidumbre.

Como sabemos, la primer enferma en una epidemia mundial como la que vivimos en la actualidad, es la economía. Muestra de esto son las predicciones de crecimiento económico, las cuales nos indican que, en su peor escenario, se reducirá a cero, lo que significaría que el crecimiento de China caería a tan solo 3.5 % (su mínimo histórico desde 1980), aunado a una contracción de la Unión Europea, de Estados Unidos y de Japón. Este escenario colocaría a México en un pronóstico poco favorable con un decrecimiento por debajo del uno por ciento, aunque el presidente, fuera de toda realidad, repita como mantra: “Deseo que el coronavirus no afecte a la economía. Dirán que soy un soñador, un Quijote, un irresponsable”. Sin embargo este sueño quijotesco no se materializó y aquel -peso fortachón- hoy se encuentra en su nivel más bajo al tener que desembolsar más de $25 para adquirir un dólar.

Por lo anterior, no está de más recordar que el quehacer político significa generar bienestar en la sociedad, estrechar desigualdades, transmitir confianza y también tomar decisiones. Mientras que a nivel federal aún existen muchas lagunas de comunicación y de acción ante esta epidemia del Covid-19, tanto en el ámbito de salud como en el económico, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, ha sabido anticiparse a la propagación de esta enfermedad a través de la instalación de medidas sanitarias en centrales de autobuses, puertos marítimos y aeropuertos del estado, la postergación de eventos masivos y cierre de giros, así como echando a andar el plan de contingencia económico con más de mil millones de pesos para el apoyo de pymes y de la ciudadanía en condición de vulnerabilidad económica, de igual manera y apelando a la cooperación de toda la sociedad jalisciense, solicitó permanecer en casa por cinco días, llevando a cabo el distanciamiento social que insta la OMS. A estas tres etapas de la estrategia del “Plan Jalisco Covid-19” se le suma una cuarta, la gestión para la suspensión de vuelos procedentes de lugares con cercos sanitarios detectados por sus autoridades y, la aplicación de pruebas masivas de detección temprana.

En este sentido, el gobierno de Jalisco se toma en serio esta batalla en contra del coronavirus a nivel estatal en las dos esferas más cruciales de esta pandemia, salud y economía. No sabemos, al igual que en ninguna parte del mundo, si estas medidas serán suficientes, sin embargo, el banco de buenas prácticas nos indica que la mejor forma de sortear esta situación es la detección temprana, el distanciamiento social y la inyección a la economía en los sectores que más lo requiere.

Los especialistas en salud y en economía alrededor del mundo han anunciado que lo peor está por venir para México y para América Latina, sin embargo es alentador que en nuestro estado y de manera conjunta, sociedad, iniciativa privada y gobierno, se hayan tomado la decisiones oportunas y medidas necesarias para hacer frente a esta pandemia que tiene sumido al planeta en la incertidumbre.