/ viernes 17 de diciembre de 2021

Ciudad Transformada

Para quienes no conocen el desarrollo urbano del área Metropolitana de Guadalajara, puede sonar extraña su liga con la aparición del futbol como deporte profesional en las primeras décadas del siglo pasado. Lo cierto es que en la aparición del primer equipo en ese siglo, del Club Deportivo Guadalajara, en las inmediaciones del predio rustico de “Los Colomos” se iniciaría una tradición cultural para una Ciudad comercial y en expansión.

De “Los Colomitos Lejanos” que adoptaron para su imagen futbolera los colores de Francia, ya que provenían de estudiar en Belgica los jóvenes pioneros del equipo, a parecieron los impulsores del primer equipo de futbol con los colores de su original adoptado desde Inglaterra, el rojo y negro se instalo y cambio la imagen de la Ciudad en la frontera entre los municipios de Tlaquepaque y Guadalajara, con un Club de amigos cuyo resultado arquitectónico llego a ser considerado una de los mejores proyectos de América Latina.

El ex club campestre Atlas fue a inicios de la segunda mitad del siglo XX ya un referente para la promoción del deporte de los habitantes de una pujante ciudad, principalmente de los sectores Reforma y Libertad con una relación geocultural fundamenta.

Analco, el Barrio de San Juan de Dios, Colonia Atlas, Jardines del Rosario, Lomas del Paradero, Colonia Universitaria, Jardines de la Paz, Centro Histórico de Tlaquepaque, Unidad Modelo, María Auxiliadora, San Andrés, San Rafael y el mal logrado Fraccionamiento Revolución cambiaron la fisionomía y la función de una Ciudad originalmente dividida en dos topográficamente: “mas allá de la Calzada” donde los fraccionamientos emergentes de esta nueva Ciudad se asentaron precisamente cerca del Club Deportivo Atlas, mientras que la clase media aspiracionista de Ladrón de Guevara, Providencia, Monraz, Jardines del Country y Jardines del Bosque encontraron una identidad cultural con el fuerte y triunfante Club Deportivo Guadalajara que, en su historia, nada tuvo que ver con el proletariado tapatío. De echo la única región deportiva desde entonces y hasta hoy, sin ninguna relación de clase con el proletariado o con las mayorías tapatías es, sin duda, El Club de Golf Guadalajara Country Club, en clavado desde entonces en la Av. Camacho y Américas.

Mientras tanto la transformación de la ciudad llevo al Club “Chivas” ex Guadalajara AC a convertirse en una plaza comercial de alta plusvalía y el Atlas de Guadalajara migro sus instalaciones al polígono de Colomos Zapopan y el original Club Campestra fundado por Alberto Alvo hoy es el CODE Paradero donde alguna vez se formaron tapatíos de talla internacional como el campeón Olimpico de Front Tenias Rubén Rendon, el seleccionado Nacional Jaime rivera en los Juegos Olimpicos de 1968; se escenificaron en su puerta principal eventos novedosos como el “Kilometro de aceleración” o bien trascendio a nivel internacional el deporte desde el Atlas de la mano de los hermanos Palafox.

En síntesis, hay regiones de nuestra ciudad marcadas por el desarrollo cultural como el deporte y, más allá de la importancia de su actividad económica como a la fabrica de textiles de Atemajac, las artesanías de Tlaquepaque, o el éxito de Chivas en Colomos lo cierto es que la cuidad se transforma permanentemente por factores urbanos a veces poco comprendidos, como el fenómeno del futbol en México.


* Académico de la UdeG

Para quienes no conocen el desarrollo urbano del área Metropolitana de Guadalajara, puede sonar extraña su liga con la aparición del futbol como deporte profesional en las primeras décadas del siglo pasado. Lo cierto es que en la aparición del primer equipo en ese siglo, del Club Deportivo Guadalajara, en las inmediaciones del predio rustico de “Los Colomos” se iniciaría una tradición cultural para una Ciudad comercial y en expansión.

De “Los Colomitos Lejanos” que adoptaron para su imagen futbolera los colores de Francia, ya que provenían de estudiar en Belgica los jóvenes pioneros del equipo, a parecieron los impulsores del primer equipo de futbol con los colores de su original adoptado desde Inglaterra, el rojo y negro se instalo y cambio la imagen de la Ciudad en la frontera entre los municipios de Tlaquepaque y Guadalajara, con un Club de amigos cuyo resultado arquitectónico llego a ser considerado una de los mejores proyectos de América Latina.

El ex club campestre Atlas fue a inicios de la segunda mitad del siglo XX ya un referente para la promoción del deporte de los habitantes de una pujante ciudad, principalmente de los sectores Reforma y Libertad con una relación geocultural fundamenta.

Analco, el Barrio de San Juan de Dios, Colonia Atlas, Jardines del Rosario, Lomas del Paradero, Colonia Universitaria, Jardines de la Paz, Centro Histórico de Tlaquepaque, Unidad Modelo, María Auxiliadora, San Andrés, San Rafael y el mal logrado Fraccionamiento Revolución cambiaron la fisionomía y la función de una Ciudad originalmente dividida en dos topográficamente: “mas allá de la Calzada” donde los fraccionamientos emergentes de esta nueva Ciudad se asentaron precisamente cerca del Club Deportivo Atlas, mientras que la clase media aspiracionista de Ladrón de Guevara, Providencia, Monraz, Jardines del Country y Jardines del Bosque encontraron una identidad cultural con el fuerte y triunfante Club Deportivo Guadalajara que, en su historia, nada tuvo que ver con el proletariado tapatío. De echo la única región deportiva desde entonces y hasta hoy, sin ninguna relación de clase con el proletariado o con las mayorías tapatías es, sin duda, El Club de Golf Guadalajara Country Club, en clavado desde entonces en la Av. Camacho y Américas.

Mientras tanto la transformación de la ciudad llevo al Club “Chivas” ex Guadalajara AC a convertirse en una plaza comercial de alta plusvalía y el Atlas de Guadalajara migro sus instalaciones al polígono de Colomos Zapopan y el original Club Campestra fundado por Alberto Alvo hoy es el CODE Paradero donde alguna vez se formaron tapatíos de talla internacional como el campeón Olimpico de Front Tenias Rubén Rendon, el seleccionado Nacional Jaime rivera en los Juegos Olimpicos de 1968; se escenificaron en su puerta principal eventos novedosos como el “Kilometro de aceleración” o bien trascendio a nivel internacional el deporte desde el Atlas de la mano de los hermanos Palafox.

En síntesis, hay regiones de nuestra ciudad marcadas por el desarrollo cultural como el deporte y, más allá de la importancia de su actividad económica como a la fabrica de textiles de Atemajac, las artesanías de Tlaquepaque, o el éxito de Chivas en Colomos lo cierto es que la cuidad se transforma permanentemente por factores urbanos a veces poco comprendidos, como el fenómeno del futbol en México.


* Académico de la UdeG