/ jueves 2 de septiembre de 2021

Ciudad en mantenimiento

¿Se ha fijado el nivel de abandono que tiene su municipio? Calles con baches o socavones de dimensiones impresionantes, tramos que se convierten en verdaderas trampas mortales porque el robo de tapas de registro se ha vuelto una constante y entre el SIAPA y el Ayuntamiento se pasan la bolita. O qué me dice de las fuentes que dejaron de servir porque también se robaron desde los cables hasta el mismo motor; en la avenida López Mateos no hay un solo hidrante disponible, se robaron todo, algunos gabinetes, las mangueras y desde hace años la condición sigue igual.

Las comparaciones son odiosas, pero las ciudades tienen los mismos problemas pero no necesariamente aplican las mismas soluciones, en Estados Unidos el concreto hidráulico está presente como una constante en calles y avenidas, es caro, sí, en definitiva, pero el nivel de mantenimiento a largo plazo lo vale, en cambio el tener asfalto ha sido el barril sin fondo en los dineros que se aplican para intentar tener calles transitables, para algunos el negocio seguro.

No cabe duda también que el ciudadano tiene su parte en este deterioro urbano, desde el amante de lo ajeno, hasta el que tira aquí y allá la basura sin el mínimo respeto a los lugares asignados a ello, aunado al deficiente servicio de recolección de desechos.

Las luminarias es otro gran problema, y aunque las promesas de candidatos que en campaña, y hace algunas campañas atrás prometieron iluminar calles y avenidas, senderos y callejones para hacerlos más seguro se han convertido solo en promesas que han estado implícitas solo en los discursos, por ejemplo el caso de Tonalá, que ha interpuesto denuncias a administraciones pasadas por que no hicieron valer un contrato de cumplimiento a una empresa que ganó la licitación de poner luz a ese municipio; más caro ha sido el pleito legal que los resultados.

En el caso de parque y jardines, la misma historia de siempre, entre tener inspectores que solo perciben y multan a expertos en resolver el tema de la flora que existe en la ciudad, mucha de ella peligrosa, en alguna ocasión y con cámara encendida para la televisión, llevé a esa dependencia en Guadalajara, un listado de árboles que representaban riesgo ante la próxima temporada de lluvias (era la administración de Aristóteles Sandoval) me la firmaron de recibido, en el tiempo de 35 que contenía el oficio, se cayeron 12 y uno de ellos habría caído sobre un auto y una casa.

La visión de un candidato en el discurso de campaña al respecto cambia cuando al estar al frente de una administración ve la realidad entre los dineros y los alcances, tres años no son suficientes para cambiarlo todo, es cierto, pero hoy revise el estado que guarda su municipio, y en este último trimestre por cierto donde el abandono fue más notorio.

Y cada año es lo mismo, el SIAPA desazolvando las alcantarillas, y de ahí se han encontrado desde muebles, electrodomésticos, llantas y hasta en una ocasión un automóvil tipo VW que tuvo que ser removido con maquinaria especial, luego, tras la limpieza dejan los montículos para que posteriormente pasen a recogerlo, y al menos este episodio no ocurrió este año como los otros; obras municipales concesionadas de igual manera, dejando el escombro y por consiguiente lo que representaba para los vecinos.

La ciudad está así, y no importa cuándo leas la columna, esta historia seguirá así porque entonces el edil en turno ya podrá celebrar como obra pública que se pavimentaron metros y metros de calle cuando en realidad sólo se taparon baches. Mantenimiento caro y malo.

* Periodista

¿Se ha fijado el nivel de abandono que tiene su municipio? Calles con baches o socavones de dimensiones impresionantes, tramos que se convierten en verdaderas trampas mortales porque el robo de tapas de registro se ha vuelto una constante y entre el SIAPA y el Ayuntamiento se pasan la bolita. O qué me dice de las fuentes que dejaron de servir porque también se robaron desde los cables hasta el mismo motor; en la avenida López Mateos no hay un solo hidrante disponible, se robaron todo, algunos gabinetes, las mangueras y desde hace años la condición sigue igual.

Las comparaciones son odiosas, pero las ciudades tienen los mismos problemas pero no necesariamente aplican las mismas soluciones, en Estados Unidos el concreto hidráulico está presente como una constante en calles y avenidas, es caro, sí, en definitiva, pero el nivel de mantenimiento a largo plazo lo vale, en cambio el tener asfalto ha sido el barril sin fondo en los dineros que se aplican para intentar tener calles transitables, para algunos el negocio seguro.

No cabe duda también que el ciudadano tiene su parte en este deterioro urbano, desde el amante de lo ajeno, hasta el que tira aquí y allá la basura sin el mínimo respeto a los lugares asignados a ello, aunado al deficiente servicio de recolección de desechos.

Las luminarias es otro gran problema, y aunque las promesas de candidatos que en campaña, y hace algunas campañas atrás prometieron iluminar calles y avenidas, senderos y callejones para hacerlos más seguro se han convertido solo en promesas que han estado implícitas solo en los discursos, por ejemplo el caso de Tonalá, que ha interpuesto denuncias a administraciones pasadas por que no hicieron valer un contrato de cumplimiento a una empresa que ganó la licitación de poner luz a ese municipio; más caro ha sido el pleito legal que los resultados.

En el caso de parque y jardines, la misma historia de siempre, entre tener inspectores que solo perciben y multan a expertos en resolver el tema de la flora que existe en la ciudad, mucha de ella peligrosa, en alguna ocasión y con cámara encendida para la televisión, llevé a esa dependencia en Guadalajara, un listado de árboles que representaban riesgo ante la próxima temporada de lluvias (era la administración de Aristóteles Sandoval) me la firmaron de recibido, en el tiempo de 35 que contenía el oficio, se cayeron 12 y uno de ellos habría caído sobre un auto y una casa.

La visión de un candidato en el discurso de campaña al respecto cambia cuando al estar al frente de una administración ve la realidad entre los dineros y los alcances, tres años no son suficientes para cambiarlo todo, es cierto, pero hoy revise el estado que guarda su municipio, y en este último trimestre por cierto donde el abandono fue más notorio.

Y cada año es lo mismo, el SIAPA desazolvando las alcantarillas, y de ahí se han encontrado desde muebles, electrodomésticos, llantas y hasta en una ocasión un automóvil tipo VW que tuvo que ser removido con maquinaria especial, luego, tras la limpieza dejan los montículos para que posteriormente pasen a recogerlo, y al menos este episodio no ocurrió este año como los otros; obras municipales concesionadas de igual manera, dejando el escombro y por consiguiente lo que representaba para los vecinos.

La ciudad está así, y no importa cuándo leas la columna, esta historia seguirá así porque entonces el edil en turno ya podrá celebrar como obra pública que se pavimentaron metros y metros de calle cuando en realidad sólo se taparon baches. Mantenimiento caro y malo.

* Periodista