/ jueves 20 de enero de 2022

Cervantes y el Buen Periodismo

La pugna que se presenta actualmente en nuestro país acerca del modelo de desarrollo económico, político y social, que debe prevalecer entre nosotros, nos hizo recordar los planteamientos que Miguel de Cervantes Saavedra hace en Don Quijote de la Mancha, acerca de la forma en que los historiadores deben narrar la historia y que conforme a su santo criterio, debe ser estrictamente apegada a la verdad.

El mensaje cervantino está dirigido a los escritores, pero los periodistas podemos tomar de ahí lo que nos toca. Y que a decir verdad, no es poco.

Para que las cosas queden claras, debemos entender que la lucha que tiene lugar hoy en nuestro terruño es sorda, porque generalmente es disfrazada de enfrentamiento político, de pleito entre partidos. Aunque hay quienes consideran que en el fondo, es un asunto de interés económico, lo cual no es de extrañar, puesto que ambas actividades suelen mezclarse irremediablemente. Y en esta pugna, que por su naturaleza tiene relieves de histórica, la información que se brinda al público es un elemento de primera importancia. Es por ello que la labor de periodistas de radio, prensa y televisión, adquiere niveles que se estiman de trascendencia.

Y es aquí donde la receta prescrita por Cervantes, acerca de la forma en que se debe informar al pueblo de lo que acontece, parece venir a la medida para reafirmar la orientación que debe imperar entre quienes están dedicados a esta tarea.

Hay que aclarar que en apariencia, el Quijote está dedicado a censurar los libros de caballería -los mal hechos desde luego- pero a ratos el tema parece ser sólo un marco para exponer -como lo hace todo buen escritor- principios de gran valor humanístico.

¿Y qué es entonces lo que Cervantes Saavedra dice sobre este particular?

Pues algo de un cariz muy interesante, ya que en un resquicio de su obra, en que como apuntamos habla de caballeros andantes, nos endilga la receta donde con conceptos muy propios, muy en su estilo, muy categóricos, apunta que quienes escriben la historia deben librarse de todos los prejuicios que pudieran tener, despojarse de intereses personales o de grupo, olvidar todo lo que sea miedo o rencor y resistir a las tentaciones que suelen presentarse. Por lo que después enumerar estas previsiones, índica que éstas deben de tomarse en cuenta porque lo la historia tiene que ser: un receptáculo de verdades, un resumen de hechos auténticos, un reflejo de los tiempos, un testigo fiel del pasado y una advertencia de lo por venir. De tal forma que en ella se encuentre todo lo que sea para el bien de la comunidad.

Se entiende de esta manera que la historia escrita tiene un valor incalculable para toda la humanidad. Y en consecuencia, se advierte la relevancia que reviste el quehacer de quienes toman parte en su confección.

* Periodista

La pugna que se presenta actualmente en nuestro país acerca del modelo de desarrollo económico, político y social, que debe prevalecer entre nosotros, nos hizo recordar los planteamientos que Miguel de Cervantes Saavedra hace en Don Quijote de la Mancha, acerca de la forma en que los historiadores deben narrar la historia y que conforme a su santo criterio, debe ser estrictamente apegada a la verdad.

El mensaje cervantino está dirigido a los escritores, pero los periodistas podemos tomar de ahí lo que nos toca. Y que a decir verdad, no es poco.

Para que las cosas queden claras, debemos entender que la lucha que tiene lugar hoy en nuestro terruño es sorda, porque generalmente es disfrazada de enfrentamiento político, de pleito entre partidos. Aunque hay quienes consideran que en el fondo, es un asunto de interés económico, lo cual no es de extrañar, puesto que ambas actividades suelen mezclarse irremediablemente. Y en esta pugna, que por su naturaleza tiene relieves de histórica, la información que se brinda al público es un elemento de primera importancia. Es por ello que la labor de periodistas de radio, prensa y televisión, adquiere niveles que se estiman de trascendencia.

Y es aquí donde la receta prescrita por Cervantes, acerca de la forma en que se debe informar al pueblo de lo que acontece, parece venir a la medida para reafirmar la orientación que debe imperar entre quienes están dedicados a esta tarea.

Hay que aclarar que en apariencia, el Quijote está dedicado a censurar los libros de caballería -los mal hechos desde luego- pero a ratos el tema parece ser sólo un marco para exponer -como lo hace todo buen escritor- principios de gran valor humanístico.

¿Y qué es entonces lo que Cervantes Saavedra dice sobre este particular?

Pues algo de un cariz muy interesante, ya que en un resquicio de su obra, en que como apuntamos habla de caballeros andantes, nos endilga la receta donde con conceptos muy propios, muy en su estilo, muy categóricos, apunta que quienes escriben la historia deben librarse de todos los prejuicios que pudieran tener, despojarse de intereses personales o de grupo, olvidar todo lo que sea miedo o rencor y resistir a las tentaciones que suelen presentarse. Por lo que después enumerar estas previsiones, índica que éstas deben de tomarse en cuenta porque lo la historia tiene que ser: un receptáculo de verdades, un resumen de hechos auténticos, un reflejo de los tiempos, un testigo fiel del pasado y una advertencia de lo por venir. De tal forma que en ella se encuentre todo lo que sea para el bien de la comunidad.

Se entiende de esta manera que la historia escrita tiene un valor incalculable para toda la humanidad. Y en consecuencia, se advierte la relevancia que reviste el quehacer de quienes toman parte en su confección.

* Periodista