/ lunes 6 de mayo de 2019

Celos, frustración, desamor…

Los celos se definen como el sentimiento que experimenta una persona cuando sospecha que la persona amada siente amor o cariño por otra, o cuando siente que otra persona prefiere a una tercera en lugar de a ella. Los estudiosos de la psicología actual manifiestan que los celos son la respuesta natural ante la amenaza de perder una relación interpersonal importante para la persona celosa. Los celos, parecen estar presentes en todas las personas, indistintamente de su condición socio-económica o forma de crianza y manifestarse en personalidades que aparentemente parecían seguras de sí mismas.

Frustración, este concepto se define como el sentimiento que se genera en un individuo cuando no puede satisfacer un deseo planteado, ante este tipo de situaciones, la persona puede reaccionar a nivel emocional con expresiones de ira, ansiedad o disforia que se caracteriza generalmente como una emoción desagradable o molesta, como la tristeza, ánimo depresivo, irritabilidad o inquietud.

Desamor es el inmenso grado de tristeza y ansiedad que sufre una persona ante la ruptura de una relación amorosa, se manifiesta a través del llanto incesante y algunos síntomas depresivos como falta de apetito, pérdida de peso, desmotivación y aislamiento, cambios en el patrón del sueño e incapacidad para disfrutar cosas que en otros tiempos fueron consideradas placenteras. Este fenómeno surge cuando se enfrenta a una falla emocional o incluso a varias, este evento produce que el individuo se subestime perdiendo el valor que tiene como persona y que puede desencadenar en una depresión y posicionarse como víctima de ese dolor.

Hay personas que cambian de estado de ánimo de manera repentina y sorprendente ya que saltan de la euforia (el reverso de la disforia), en una forma por demás inexplicable, se ven envueltos en la oscuridad de la depresión o la profundidad de la tristeza, son víctimas del síndrome del trastorno bipolar, un desequilibrio de la mente que no es curable, pero que debe mantenerse bajo control, pues llega a ser letal.

A raíz del brutal feminicidio ocurrido a fines del mes pasado aquí en Guadalajara teniendo como saldo final dos muertos y un herido, debe plantearse la interrogante del motivo que lleva a una persona matar. Desde luego que los conceptos arriba anotados, son parte importante para el desequilibrio mental y cometer una barbarie, porque no se sabe manejar las emociones y medios de controlarlas. Psicológicamente se documenta que otra de las razones por las que una persona puede cometer un asesinato y no estar con la mente lúcida para poder evitar la emoción, son las enfermedades mentales que frenan el razonamiento y que la emoción no funcione y no pueda evitarla.

Otros factores: las bebidas alcohólicas, que tienen gran influencia como depresores del sistema nervioso central ya que producen un efecto tóxico en el cuerpo y el cerebro. Las sustancias ilegales, que producen daños irreparables en el cerebro, y que son cada vez más utilizadas por los jóvenes. La violencia doméstica, al no poder controlar las emociones ante una frustración, sienta las bases de una personalidad propicia a fallar en el control de su sistema emocional.

Las estadísticas muestran que los hombres son asesinados por alguien que ni siquiera conocen; casi la mitad de todas las mujeres víctimas son asesinadas por las personas más allegadas a ellas, porque los feminicidios, en muchas ocasiones se realizan por las parejas sentimentales o matrimoniales de las mujeres.

En conclusión, las autoridades de todos los niveles de Gobierno y lo colectivos en el tema de prevenir o erradicar los feminicidios, anuncian, planes, proyectos y propósitos para lograrlos, hacen su máximo esfuerzo, debemos unirnos a esta lacerante realidad, iniciando desde el núcleo familiar, la academia, la sociedad, la iglesia sin importar que creencia profesan, porque si esto es ahorita y nos preocupa que mundo dejamos a los que nos preceden, imaginemos como se agravará en el corto plazo esta locura.

Amigo lector, es terrible por lo que pasa en el mundo a causa de los celos, de la frustración, del desamor, las drogas etcétera el enemigo número uno, es no saber controlar nuestras emociones, gracias por sus opiniones.


*Rector General del Centro Universitario UTEG

e-mail: joseroque@uteg.edu.mx

Los celos se definen como el sentimiento que experimenta una persona cuando sospecha que la persona amada siente amor o cariño por otra, o cuando siente que otra persona prefiere a una tercera en lugar de a ella. Los estudiosos de la psicología actual manifiestan que los celos son la respuesta natural ante la amenaza de perder una relación interpersonal importante para la persona celosa. Los celos, parecen estar presentes en todas las personas, indistintamente de su condición socio-económica o forma de crianza y manifestarse en personalidades que aparentemente parecían seguras de sí mismas.

Frustración, este concepto se define como el sentimiento que se genera en un individuo cuando no puede satisfacer un deseo planteado, ante este tipo de situaciones, la persona puede reaccionar a nivel emocional con expresiones de ira, ansiedad o disforia que se caracteriza generalmente como una emoción desagradable o molesta, como la tristeza, ánimo depresivo, irritabilidad o inquietud.

Desamor es el inmenso grado de tristeza y ansiedad que sufre una persona ante la ruptura de una relación amorosa, se manifiesta a través del llanto incesante y algunos síntomas depresivos como falta de apetito, pérdida de peso, desmotivación y aislamiento, cambios en el patrón del sueño e incapacidad para disfrutar cosas que en otros tiempos fueron consideradas placenteras. Este fenómeno surge cuando se enfrenta a una falla emocional o incluso a varias, este evento produce que el individuo se subestime perdiendo el valor que tiene como persona y que puede desencadenar en una depresión y posicionarse como víctima de ese dolor.

Hay personas que cambian de estado de ánimo de manera repentina y sorprendente ya que saltan de la euforia (el reverso de la disforia), en una forma por demás inexplicable, se ven envueltos en la oscuridad de la depresión o la profundidad de la tristeza, son víctimas del síndrome del trastorno bipolar, un desequilibrio de la mente que no es curable, pero que debe mantenerse bajo control, pues llega a ser letal.

A raíz del brutal feminicidio ocurrido a fines del mes pasado aquí en Guadalajara teniendo como saldo final dos muertos y un herido, debe plantearse la interrogante del motivo que lleva a una persona matar. Desde luego que los conceptos arriba anotados, son parte importante para el desequilibrio mental y cometer una barbarie, porque no se sabe manejar las emociones y medios de controlarlas. Psicológicamente se documenta que otra de las razones por las que una persona puede cometer un asesinato y no estar con la mente lúcida para poder evitar la emoción, son las enfermedades mentales que frenan el razonamiento y que la emoción no funcione y no pueda evitarla.

Otros factores: las bebidas alcohólicas, que tienen gran influencia como depresores del sistema nervioso central ya que producen un efecto tóxico en el cuerpo y el cerebro. Las sustancias ilegales, que producen daños irreparables en el cerebro, y que son cada vez más utilizadas por los jóvenes. La violencia doméstica, al no poder controlar las emociones ante una frustración, sienta las bases de una personalidad propicia a fallar en el control de su sistema emocional.

Las estadísticas muestran que los hombres son asesinados por alguien que ni siquiera conocen; casi la mitad de todas las mujeres víctimas son asesinadas por las personas más allegadas a ellas, porque los feminicidios, en muchas ocasiones se realizan por las parejas sentimentales o matrimoniales de las mujeres.

En conclusión, las autoridades de todos los niveles de Gobierno y lo colectivos en el tema de prevenir o erradicar los feminicidios, anuncian, planes, proyectos y propósitos para lograrlos, hacen su máximo esfuerzo, debemos unirnos a esta lacerante realidad, iniciando desde el núcleo familiar, la academia, la sociedad, la iglesia sin importar que creencia profesan, porque si esto es ahorita y nos preocupa que mundo dejamos a los que nos preceden, imaginemos como se agravará en el corto plazo esta locura.

Amigo lector, es terrible por lo que pasa en el mundo a causa de los celos, de la frustración, del desamor, las drogas etcétera el enemigo número uno, es no saber controlar nuestras emociones, gracias por sus opiniones.


*Rector General del Centro Universitario UTEG

e-mail: joseroque@uteg.edu.mx