/ jueves 1 de agosto de 2019

Basura que inunda, gobierno ausente


Carlos Anguiano


La lluvia es el fenómeno natural que cada año esperamos incluso con gusto, para que refresque el clima y aligere al candente verano. En Jalisco, el temporal llego este año desfasado, a partir del 13 de junio, caracterizado por la influencia del fenómeno de El Niño, que se esta desarrollando en el pacifico tropical. A la fecha, ha sido la lluvia la causa de que los habitantes del área metropolitana de Guadalajara nos percatáramos de la existencia de los gobiernos municipales, de sus fallas, omisiones, yerros y pifias.

La aparición de los baches en las calles y avenidas, los socavones, la caída de arboles, las inundaciones, son consecuencias del mal mantenimiento a la infraestructura urbana por parte de los gobiernos municipales. La ausencia de trabajos preventivos, el mal trabajo de los espacios y áreas verdes de los municipios metropolitanos, la acumulación de basura como consecuencia de fallas en el aseo publico y la recolección de la basura, la deficiente culturalización de los ciudadanos para que contribuyan no tirando basura en la vía publica, la aparición de brotes de enfermedades como el dengue, el chinconcuya y otras más, aunado a los tremendos embotellamientos, los choques vehiculares y los accidentes, proliferan durante este temporal.

De todos los ordenes de gobierno, son los gobiernos municipales los que mas se ven desnudados ante las lluvias, ya que amplifica los problemas y revela las omisiones, los descuidos y lo mal hecho. La administración municipal tiene numerosas dependencias que son sometidas a juicio ciudadano durante el temporal de lluvias: pavimentos, infraestructura e imagen urbana, aseo publico, parques y jardines, reglamentos, movilidad, servicios públicos, protección civil y bomberos, son algunas de las más exigidas.

Cabe destacar que el temporal de lluvias es algo que se puede planificar, pudiendo establecerse mapas de riesgos y generar calendarización de obras preventivas y reactivas que permitan aminorar los estragos de las lluvias. Desazolvar drenajes, adecuar tuberías, canales y obras propias del sistema intermunicipal de agua potable y alcantarillado (SIAPA) también evidencian que han sido insuficientes y que se debe hacer mucho más de lo que hasta ahora han realizado.

Si bien es verdad que no todo es culpa del gobierno, también lo es que el ciudadano espera de sus gobernantes compromiso, responsable actuar, participación en tareas preventivas de riesgo y accidentes, trabajo permanente y no solamente discursos políticos, inauguraciones de obras cosméticas y presunción de las minucias y los trabajos cotidianos.

El examen colectivo es riguroso e inflexible. Esta medido que durante el temporal de lluvias, la calificación encuestada acerca de los gobernantes baja, hasta 5% en condiciones normales, sin eventos mediáticos extremos. Este año, las inundaciones múltiples (Santa Anita y Plaza Patria, Patria y Ávila Camacho, y decenas de colonias de la zona metropolitana) han logrado que los habitantes se enteraran de que existían gobiernos municipales, pues es a ellos a quienes hay que reclamarle por omisión e insuficiencia de labor. Antes de las lluvias, algunos pensábamos que nuestros gobiernos municipales no eran capaces de proporcionarnos la seguridad publica como deben. Ahora, sabemos que tampoco han sido capaces de resolver los problemas cotidianos y que su trabajo es deficiente y cuestionable.

www.inteligenciapolitica.org


Carlos Anguiano


La lluvia es el fenómeno natural que cada año esperamos incluso con gusto, para que refresque el clima y aligere al candente verano. En Jalisco, el temporal llego este año desfasado, a partir del 13 de junio, caracterizado por la influencia del fenómeno de El Niño, que se esta desarrollando en el pacifico tropical. A la fecha, ha sido la lluvia la causa de que los habitantes del área metropolitana de Guadalajara nos percatáramos de la existencia de los gobiernos municipales, de sus fallas, omisiones, yerros y pifias.

La aparición de los baches en las calles y avenidas, los socavones, la caída de arboles, las inundaciones, son consecuencias del mal mantenimiento a la infraestructura urbana por parte de los gobiernos municipales. La ausencia de trabajos preventivos, el mal trabajo de los espacios y áreas verdes de los municipios metropolitanos, la acumulación de basura como consecuencia de fallas en el aseo publico y la recolección de la basura, la deficiente culturalización de los ciudadanos para que contribuyan no tirando basura en la vía publica, la aparición de brotes de enfermedades como el dengue, el chinconcuya y otras más, aunado a los tremendos embotellamientos, los choques vehiculares y los accidentes, proliferan durante este temporal.

De todos los ordenes de gobierno, son los gobiernos municipales los que mas se ven desnudados ante las lluvias, ya que amplifica los problemas y revela las omisiones, los descuidos y lo mal hecho. La administración municipal tiene numerosas dependencias que son sometidas a juicio ciudadano durante el temporal de lluvias: pavimentos, infraestructura e imagen urbana, aseo publico, parques y jardines, reglamentos, movilidad, servicios públicos, protección civil y bomberos, son algunas de las más exigidas.

Cabe destacar que el temporal de lluvias es algo que se puede planificar, pudiendo establecerse mapas de riesgos y generar calendarización de obras preventivas y reactivas que permitan aminorar los estragos de las lluvias. Desazolvar drenajes, adecuar tuberías, canales y obras propias del sistema intermunicipal de agua potable y alcantarillado (SIAPA) también evidencian que han sido insuficientes y que se debe hacer mucho más de lo que hasta ahora han realizado.

Si bien es verdad que no todo es culpa del gobierno, también lo es que el ciudadano espera de sus gobernantes compromiso, responsable actuar, participación en tareas preventivas de riesgo y accidentes, trabajo permanente y no solamente discursos políticos, inauguraciones de obras cosméticas y presunción de las minucias y los trabajos cotidianos.

El examen colectivo es riguroso e inflexible. Esta medido que durante el temporal de lluvias, la calificación encuestada acerca de los gobernantes baja, hasta 5% en condiciones normales, sin eventos mediáticos extremos. Este año, las inundaciones múltiples (Santa Anita y Plaza Patria, Patria y Ávila Camacho, y decenas de colonias de la zona metropolitana) han logrado que los habitantes se enteraran de que existían gobiernos municipales, pues es a ellos a quienes hay que reclamarle por omisión e insuficiencia de labor. Antes de las lluvias, algunos pensábamos que nuestros gobiernos municipales no eran capaces de proporcionarnos la seguridad publica como deben. Ahora, sabemos que tampoco han sido capaces de resolver los problemas cotidianos y que su trabajo es deficiente y cuestionable.

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