/ viernes 31 de diciembre de 2021

Asignaturas reprobadas en el 2021

Estamos a unas horas para terminar el año, y es momento para detenernos como sociedad para hacer un balance de lo bueno y lo no tanto en un periodo donde la vida nos dió la oportunidad de aprender.

Este 2021 lo comenzamos con una pandemia que nos hizo permanecer aún con actividades en 4 paredes, el trabajo en casa por ejemplo y la convivencia con un virus que no se ha ido, que al contrario, se ha transformado. un año en el que a los adultos mayores comenzaron a aplicarse las vacunas anti Covid, en medio de una desorganización y falta de comunicación al principio, un sistema rebasado por la alta demanda y una atención deshumanizada que poco a poco cambió de dinámica; la llegada de las vacunas fueron también motivo de proselitismo político de cara a las elecciones del 6 de Junio, muchos precandidatos, y algunos alcaldes usaron la imagen del biológico como una señal de apoyo, cuando la vacuna es un derecho universal que nunca debió usarse con un fin para alcanzar votos; de hecho creo que no logró el objetivo.

Como sociedad también reprobamos en el ejercicio democrático que se presenta en cada elección, la intermedia tuvo una bajísima participación, algunos justifican el hecho en la historia dadas las cifras que se presentan en jornadas similares, pero yo al contrario veo hasta una incredulidad y apatía en participar en esto que cuesta mucho y que puede generar verdaderos cambios, comenzando en tener una sociedad al menos más involucrada.

Lamentablemente muchos hemos buscado a la oposición en discursos, pero ese vacío permanece, y quienes nos representan hoy por bajísimos votos o de manera directa por asignación de partidos no alzan la voz o al menos defienden intereses generales y no particulares, vemos ahora a diputados de vacaciones, con menos de 3 meses de estar en una curul, con sendo bono autorizado por ellos mismos y sin una agenda específica para el próximo año como para realmente marcar un rumbo al país.

No hemos aprendido tampoco que el número de contagios de Covid19 es meramente responsabilidad ciudadana y no del gobierno, es decir, desde hace más de un año debíamos generar por nuestro propio bien y supervivencia medidas de higiene en nuestro entorno, y no ha sido así, la llegada de la variante Omicron y su rápida expansión en México (advertida hace una semana en este mismo espacio editorial ) ha sido a pocos días desestimada por el gobierno federal, a través de una declaración del Dr. Hugo López-Gatell.

Tampoco hemos entendido al paso de los años que el encender fogatas en la noche buena y en la noche vieja causan estragos en el medio ambiente y la calidad del aire, seguimos teniendo inconsciencia y hasta cierto punto displicencia de las autoridades que están a veces muy limitadas en el actuar para sancionar a quienes queman llantas como mera tradición en estas fechas.

No hemos tampoco visualizado que entraremos a un 2022 más complicado, con un Presidente que ahora llama a la población a participar en una “colecta” para contratar a una empresa “seria” y hacer la encuesta nacional para la revocación de mandato en caso de que el INE esté imposibilitado de hacerla, una empresa que seguramente es la que lo ha manejado como el “Mejor Presidente de la historia” o que lo mantiene en el top 10 de los mejores del mundo. El reciente cambio en el INEGI que ahora seguramente mantendrá los “datos” de palacio para estar afinado en la narrativa de cada mañana, o el incremento al IEPS que generará alza en todos los productos dado que afectará a la gasolina de manera inmediata.

El cierre lo dio justo ayer cuando dijo textualmente: "Este año nos fue mejor que el pasado, y el que viene va a ser un año todavía más bueno, tengo fe en el porvenir, no hay que perder la esperanza”

Para usted: salud, trabajo, familia y muchos éxitos gracias por acompañarme en este 2021 en los textos que semana a semana me permiten compartir en mi casa, EL OCCIDENTAL.

* Periodista

Estamos a unas horas para terminar el año, y es momento para detenernos como sociedad para hacer un balance de lo bueno y lo no tanto en un periodo donde la vida nos dió la oportunidad de aprender.

Este 2021 lo comenzamos con una pandemia que nos hizo permanecer aún con actividades en 4 paredes, el trabajo en casa por ejemplo y la convivencia con un virus que no se ha ido, que al contrario, se ha transformado. un año en el que a los adultos mayores comenzaron a aplicarse las vacunas anti Covid, en medio de una desorganización y falta de comunicación al principio, un sistema rebasado por la alta demanda y una atención deshumanizada que poco a poco cambió de dinámica; la llegada de las vacunas fueron también motivo de proselitismo político de cara a las elecciones del 6 de Junio, muchos precandidatos, y algunos alcaldes usaron la imagen del biológico como una señal de apoyo, cuando la vacuna es un derecho universal que nunca debió usarse con un fin para alcanzar votos; de hecho creo que no logró el objetivo.

Como sociedad también reprobamos en el ejercicio democrático que se presenta en cada elección, la intermedia tuvo una bajísima participación, algunos justifican el hecho en la historia dadas las cifras que se presentan en jornadas similares, pero yo al contrario veo hasta una incredulidad y apatía en participar en esto que cuesta mucho y que puede generar verdaderos cambios, comenzando en tener una sociedad al menos más involucrada.

Lamentablemente muchos hemos buscado a la oposición en discursos, pero ese vacío permanece, y quienes nos representan hoy por bajísimos votos o de manera directa por asignación de partidos no alzan la voz o al menos defienden intereses generales y no particulares, vemos ahora a diputados de vacaciones, con menos de 3 meses de estar en una curul, con sendo bono autorizado por ellos mismos y sin una agenda específica para el próximo año como para realmente marcar un rumbo al país.

No hemos aprendido tampoco que el número de contagios de Covid19 es meramente responsabilidad ciudadana y no del gobierno, es decir, desde hace más de un año debíamos generar por nuestro propio bien y supervivencia medidas de higiene en nuestro entorno, y no ha sido así, la llegada de la variante Omicron y su rápida expansión en México (advertida hace una semana en este mismo espacio editorial ) ha sido a pocos días desestimada por el gobierno federal, a través de una declaración del Dr. Hugo López-Gatell.

Tampoco hemos entendido al paso de los años que el encender fogatas en la noche buena y en la noche vieja causan estragos en el medio ambiente y la calidad del aire, seguimos teniendo inconsciencia y hasta cierto punto displicencia de las autoridades que están a veces muy limitadas en el actuar para sancionar a quienes queman llantas como mera tradición en estas fechas.

No hemos tampoco visualizado que entraremos a un 2022 más complicado, con un Presidente que ahora llama a la población a participar en una “colecta” para contratar a una empresa “seria” y hacer la encuesta nacional para la revocación de mandato en caso de que el INE esté imposibilitado de hacerla, una empresa que seguramente es la que lo ha manejado como el “Mejor Presidente de la historia” o que lo mantiene en el top 10 de los mejores del mundo. El reciente cambio en el INEGI que ahora seguramente mantendrá los “datos” de palacio para estar afinado en la narrativa de cada mañana, o el incremento al IEPS que generará alza en todos los productos dado que afectará a la gasolina de manera inmediata.

El cierre lo dio justo ayer cuando dijo textualmente: "Este año nos fue mejor que el pasado, y el que viene va a ser un año todavía más bueno, tengo fe en el porvenir, no hay que perder la esperanza”

Para usted: salud, trabajo, familia y muchos éxitos gracias por acompañarme en este 2021 en los textos que semana a semana me permiten compartir en mi casa, EL OCCIDENTAL.

* Periodista