/ lunes 20 de noviembre de 2023

Arturito y sus substitutas


Arturito Zaldívar renunció al noble ministerio de la impartición de justicia por una causa grave y justificada: nació para callar y obedecer, como la arenga aquella del Virrey Marqués de La Croix. Este señor me recuerda la publicidad de la extinta compañía RCA Víctor, que tenía como emblema un perro de raza Dálmata sentado a un lado de un fonógrafo y en el texto decía: “La voz del amo”.

Ni más ni menos. No merece gastar papel, tinta y tiempo en ocuparse de analizar la procedencia constitucional de su renuncia que manchó para siempre su foja de servicios que por cierto no es nada del otro mundo; de nada sirve la crítica y la censura porque pase lo que pase, Arturito cambia de cancha, deja la toga y se pone su chalequito guinda.

Lo relevante del caso, es la manera como sibilinamente se va colonizando la Suprema Corte por parte del titular del Ejecutivo Federal. El Presidente Manuel López ha propuesto a tres incondicionales para que substituyan al otro incondicional disfrazado; las substitutas, son tres mujeres, y esto para cumplir con la retórica absurda de las cuotas de género. Y me resulta absurda porque los cargos deberían ocuparlos los más capaces, independientemente de su género.

De verdad; el servicio a la República se presta por la capacidad, por la aptitud, no por ser hombre o mujer; más allá de disquisiciones polémicas, Bertha Alcalde, LeniaBatres y María Estela Ríos, son las tres cartas de la baraja, que han sido aventadas a la mesa por el que trae el mazo, es mano, apuesta, dobla las apuestas, es el crupier y además el dueño del casino.

Y si alguien duda quien es el dueño del casino, solo póngase a pensar que en caso de que no se apruebe la terna, mandará otra en la que incluirá otras substitutas incondicionales, con la enorme ventaja de que en caso de que tampoco alcance quórum de aprobación la segunda terna, entonces designará la que le venga en gana y aléguele al ampáyer.

Todo está cantado para que antes del 15 de diciembre que concluye el período ordinario, ya se tenga la siguiente flor del jardín de la presidencia en la Suprema Corte, lo que significa que dentro de poco tiempo no habrá ya contrapesos en el ejercicio del poder y lo que parecía un mal sueño, se convertirá en un amargo despertar en el que las libertades quedarán en un triste recuerdo y la cuarta transformación habrá consumado su proyecto, porque habremos pasado de la Independencia a la Reforma, de ésta a la Revolución y finalmente a la Dictadura.

La apatía, la indolencia, la indiferencia y una oposición con la cerviz agachada, confirma que cada pueblo tiene el gobierno que se merece.



Arturito Zaldívar renunció al noble ministerio de la impartición de justicia por una causa grave y justificada: nació para callar y obedecer, como la arenga aquella del Virrey Marqués de La Croix. Este señor me recuerda la publicidad de la extinta compañía RCA Víctor, que tenía como emblema un perro de raza Dálmata sentado a un lado de un fonógrafo y en el texto decía: “La voz del amo”.

Ni más ni menos. No merece gastar papel, tinta y tiempo en ocuparse de analizar la procedencia constitucional de su renuncia que manchó para siempre su foja de servicios que por cierto no es nada del otro mundo; de nada sirve la crítica y la censura porque pase lo que pase, Arturito cambia de cancha, deja la toga y se pone su chalequito guinda.

Lo relevante del caso, es la manera como sibilinamente se va colonizando la Suprema Corte por parte del titular del Ejecutivo Federal. El Presidente Manuel López ha propuesto a tres incondicionales para que substituyan al otro incondicional disfrazado; las substitutas, son tres mujeres, y esto para cumplir con la retórica absurda de las cuotas de género. Y me resulta absurda porque los cargos deberían ocuparlos los más capaces, independientemente de su género.

De verdad; el servicio a la República se presta por la capacidad, por la aptitud, no por ser hombre o mujer; más allá de disquisiciones polémicas, Bertha Alcalde, LeniaBatres y María Estela Ríos, son las tres cartas de la baraja, que han sido aventadas a la mesa por el que trae el mazo, es mano, apuesta, dobla las apuestas, es el crupier y además el dueño del casino.

Y si alguien duda quien es el dueño del casino, solo póngase a pensar que en caso de que no se apruebe la terna, mandará otra en la que incluirá otras substitutas incondicionales, con la enorme ventaja de que en caso de que tampoco alcance quórum de aprobación la segunda terna, entonces designará la que le venga en gana y aléguele al ampáyer.

Todo está cantado para que antes del 15 de diciembre que concluye el período ordinario, ya se tenga la siguiente flor del jardín de la presidencia en la Suprema Corte, lo que significa que dentro de poco tiempo no habrá ya contrapesos en el ejercicio del poder y lo que parecía un mal sueño, se convertirá en un amargo despertar en el que las libertades quedarán en un triste recuerdo y la cuarta transformación habrá consumado su proyecto, porque habremos pasado de la Independencia a la Reforma, de ésta a la Revolución y finalmente a la Dictadura.

La apatía, la indolencia, la indiferencia y una oposición con la cerviz agachada, confirma que cada pueblo tiene el gobierno que se merece.