/ jueves 5 de noviembre de 2020

Arte urbano, una opción para GDL

En esta ciudad, cuna del muralismo post revolucionario que le dio prestigio a nuestro país en el resto del mundo, con artistas de la talla de Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, sólo por mencionar a los tres grandes maestros, proponer la intervención pictórica de las 110 columnas de la Línea 3 del Tren Eléctrico Urbano, es un buen comienzo en la denominada “restauración urbana”, luego de las consecuencias económicas, comunitarias y, sobre todo viales, experimentadas en la obra pública más larga en dimensión y tiempo de duración, padecida por Guadalajara y en el Estado de Jalisco en los pasados 50 años.

Si bien esta expresión artística no es extraña en otras ciudades más desarrolladas como Chicago, Paris, Berlín, lo cierto es que aparte del metro neoyorkino y los grandes edificios de los Estados Unidos, esta opción artística ha sido utilizada, sobre todo, para disimular intervenciones edificativas de alto impacto en la vía pública.

Así lo pude comprobar en Berlín Alemania y en Oviedo España. Por lo tanto al observar que este proyecto ha sido impulsado por la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco y se incentivará a los artistas participantes con un premio a los 5 mejores murales, para ser entregados el próximo 7 de noviembre, nos permite augurar una excelente opción para esa zona ganada a la urgente movilidad en otras áreas que deberán ser recuperadas y restauradas simultáneamente.

Me refiero al amueblamiento urbano, como senderos para el uso de la bicicleta y la peatonalización, pero sobre todo a la necesaria integración de espacios verdes, flora endémica y el necesario comercio comunitario como los kioscos revisteros o de comercio de flores. Todo con el único propósito de hacer una rehabilitación integral de la vida comunitaria tan merecida por la resciliente Guadalajara. Más que tachas, grafitti agresivo, marcas de límites territoriales de la delincuencia, agresión al patrimonio edificado o consignas políticas e ideológicas como las pintarrajeadas alrededor de la escultura “Sincretismo” o en algunas iglesias de Guadalajara, el siguiente paso será, para nuestra ciudad, una verdadera convivencia entre la actividad económica, la cultura y la transportación eficiente.

Con esa visión y, una vez comprobado el propósito, podríamos alcanzar mejores condiciones en el entorno urbano como las que intentamos desde la división de Artes y Humanidades de la UdeG cuando, de la mano de Sergio Murillo, los alumnos de la Licenciatura en Pintura realizaron el Mural más largo hasta entonces el cual describía en estas paredes la usanza y tradición en diversas épocas de los funerales tapatíos en sus diversos niveles sociales.

Al final, esa gran muestra pictórica, no recibió mantenimiento y sí inumerables tachas y agresiones de vandálicas. Todo en las paredes perimetrales del panteón de Mezquitán en la Avenida Federalismo y las avenidas Jesus García, Enrique Díaz de León y Avenida de los Maestros.

Por ello insisto, creatividad y nivel cultural existen entre nosotros. Y ahora lo que hace falta es mayor vigilancia, mantenimiento y orgullo comunitario de la expresión plástica de nuestra gran ciudad.

* Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara

carlosm_orozco@hotmail.com

En esta ciudad, cuna del muralismo post revolucionario que le dio prestigio a nuestro país en el resto del mundo, con artistas de la talla de Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, sólo por mencionar a los tres grandes maestros, proponer la intervención pictórica de las 110 columnas de la Línea 3 del Tren Eléctrico Urbano, es un buen comienzo en la denominada “restauración urbana”, luego de las consecuencias económicas, comunitarias y, sobre todo viales, experimentadas en la obra pública más larga en dimensión y tiempo de duración, padecida por Guadalajara y en el Estado de Jalisco en los pasados 50 años.

Si bien esta expresión artística no es extraña en otras ciudades más desarrolladas como Chicago, Paris, Berlín, lo cierto es que aparte del metro neoyorkino y los grandes edificios de los Estados Unidos, esta opción artística ha sido utilizada, sobre todo, para disimular intervenciones edificativas de alto impacto en la vía pública.

Así lo pude comprobar en Berlín Alemania y en Oviedo España. Por lo tanto al observar que este proyecto ha sido impulsado por la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco y se incentivará a los artistas participantes con un premio a los 5 mejores murales, para ser entregados el próximo 7 de noviembre, nos permite augurar una excelente opción para esa zona ganada a la urgente movilidad en otras áreas que deberán ser recuperadas y restauradas simultáneamente.

Me refiero al amueblamiento urbano, como senderos para el uso de la bicicleta y la peatonalización, pero sobre todo a la necesaria integración de espacios verdes, flora endémica y el necesario comercio comunitario como los kioscos revisteros o de comercio de flores. Todo con el único propósito de hacer una rehabilitación integral de la vida comunitaria tan merecida por la resciliente Guadalajara. Más que tachas, grafitti agresivo, marcas de límites territoriales de la delincuencia, agresión al patrimonio edificado o consignas políticas e ideológicas como las pintarrajeadas alrededor de la escultura “Sincretismo” o en algunas iglesias de Guadalajara, el siguiente paso será, para nuestra ciudad, una verdadera convivencia entre la actividad económica, la cultura y la transportación eficiente.

Con esa visión y, una vez comprobado el propósito, podríamos alcanzar mejores condiciones en el entorno urbano como las que intentamos desde la división de Artes y Humanidades de la UdeG cuando, de la mano de Sergio Murillo, los alumnos de la Licenciatura en Pintura realizaron el Mural más largo hasta entonces el cual describía en estas paredes la usanza y tradición en diversas épocas de los funerales tapatíos en sus diversos niveles sociales.

Al final, esa gran muestra pictórica, no recibió mantenimiento y sí inumerables tachas y agresiones de vandálicas. Todo en las paredes perimetrales del panteón de Mezquitán en la Avenida Federalismo y las avenidas Jesus García, Enrique Díaz de León y Avenida de los Maestros.

Por ello insisto, creatividad y nivel cultural existen entre nosotros. Y ahora lo que hace falta es mayor vigilancia, mantenimiento y orgullo comunitario de la expresión plástica de nuestra gran ciudad.

* Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara

carlosm_orozco@hotmail.com