Al negarse el registro al Partido México Libre, que encabeza la esposa del expresidente Felipe Calderón, la también jurista, Margarita Zavala, se integró el escenario electoral para el 2021 quedando como sigue: Redes Sociales Progresistas de Elba Esther, Encuentro Solidario que era y es el PES y Fuerza Social por México de Pedro Haces Barba, quien es el responsable de la estructura laboral alterna a la antigua CTM, estos tres sumados al Partido del Trabajo, el Partido Verde Ecologista que para su subsistencia se ha cambiado según sople el viento, y el Partido MORENA del Presidente Obrador, con ello son seis los partidos incondicionales al presidente.
Obrador ha establecido una estrategia de pulverizar su fuerza disfrazando y multiplicando a MORENA con el membrete de otros partidos o que aparentan ser distintos a MORENA pero que en realidad son lo mismo. Con ello, se da un mensaje al mundo de que en México hay democracia y resta votos a los partidos que serán sus adversarios en la elección del veintiuno, Partido Acción Nacional PAN, Partido Revolucionario Institucional PRI, Partido de la Revolución Democrática PRD y Movimiento Ciudadano lo que antes era convergencia fundado por Dante Delgado.
Ante este escenario, si los tres partidos adversarios al presidente Obrador, no se unen para presentar candidatos de unidad, como un bloque opositor, que enfrente la fuerza del presidente Obrador, que podrá perpetuarse en las gubernaturas en disputa electoral y en el congreso federal.
Está muy claro que la estrategia del presidente obrador apunta a que el electorado se confunda y crea no votar por MORENA y vote por los nuevos partidos satélites para continuar con su proyecto de desmantelar las instituciones como ya lo hizo con los fideicomisos con el aeropuerto de Texcoco y muy pronto a la Secretaría de la Defensa Nacional y a las Fuerzas Armadas, para integrar solo una fuerza, adoctrinada y dependiente del Presidente.
Seguramente en algunos estados de la República, esos partidos de MORENA irán en alianza, pero en algunos otros dependiendo de los escenarios, podrán ir independientes para poder restar votos a la oposición y de este modo garantizar una mayoría en el congreso federal, para inclusive hasta reformar o cambiar la Constitución y dejarla establecida muy a modo de los intereses – más que de MORENA – específicamente del presidente Obrador.
Ante este escenario, el electorado deberá identificar a quien da su voto, por qué partido vota y saber y reconocer los rostros de MORENA, que ahora son seis y que se manifiestan en los partidos políticos de reciente creación sumados a los partidos flotantes, como el VE y PT.
La pregunta es, si los electores sabrán distinguir quién está atrás de cada partido político y si creyendo que votan por un partido distinto a MORENA, en realidad no sea así.
Para el buen gobierno de cualquier país es indispensable mantener la división de poderes y evitar la servil subordinación de los diputados al poder ejecutivo, como sucediera durante muchos años de los gobiernos.
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