/ sábado 16 de febrero de 2019

AMLO-Alfaro reunión política el 14 de febrero

La reunión del presidente López Obrador con Enrique Alfaro ha trascendido lo hablado para evitar (por ambas partes) que la opinión pública especule, pero debe ser interesante haberlos visto, ambos ejecutivos, uno federal otro estatal.

Los dos llegaron con su propio capital político, con su propio esfuerzo, con la diferencia de que a López Obrador le faltó humildad para establecer acuerdos con Enrique y al hoy gobernador le sobró sensibilidad, tuvo el olfato político para adivinar la conveniencia, no sólo política, sino para el futuro de su encargo sino para su proyecto político vislumbrar la conveniencia de contar con independencia y autonomía necesaria para legitimar su autoridad y defender la soberanía de Jalisco, porque de no haberlo hecho habría quienes confundirían en las elecciones la presidencial y la de la gubernatura para no distinguir quien llegó por quien, cosa que gracias a la prevención de Alfaro no sucedió.

Ambos aparecen en la foto satisfechos y muy cordiales como buenos políticos, después de -como se ha dicho- una reunión muy productiva para Jalisco y para México como país, pero desde luego, saben que la vida les depara al final de sus mandatos momentos de turbulencia, porque es claro que Enrique Alfaro buscará la candidatura a la presidencia de México y López Obrador tiene en su horizonte a otra u otro candidato a sucederlo.

Como el tema de la sucesión está distante, Alfaro sabe que su tarea hoy por hoy es dar resultados a sus votantes en Jalisco.

Para ellos, los temas de seguridad y desarrollo económico, más particularmente el crecimiento, son prioridad. Para Alfaro el desabasto de gasolina en el estado ha sido un tema que con toda seguridad durante algunos días le ha quitado el sueño, ha tenido que trabajar doble y a contra corriente, transitando entre una decisión del Ejecutivo federal que dañó al estado y pudo dañar a su Gobierno, sin tener la culpa, de no ser por su capacidad de decisión y autoridad moral para llamar al orden.

Otra preocupación de los dos ejecutivos, es sin duda el de la educación superior, particularmente el presupuesto de la Universidad de Guadalajara, ejemplo de institución pública, distinguida por su excelencia en el país, materia donde nació y abrevó Alfaro desde muy niño. Aspecto donde López Obrador impulsa su propia universidad, por encima de las instituciones de educación superior de todo el país, porque está más interesado -por recomendación de su esposa- crear una institución educativa que esté ligada a su nombre y su Cuarta Transformación, en lugar de apostar a los años de experiencia y prestigio de la educación superior de México.

El acercamiento es bueno para Jalisco y para los dos órdenes de Gobierno, limar asperezas, por encima de las eventuales diferencias partidistas, son una señal de madurez y comunidad de voluntades. Está claro que las repercusiones del accidente de Puebla, le enseñaron a AMLO que es malo actuar con el hígado y que es mejor para todos, aprender a cohabitar con madurez y dignidad por el bien de la República.

sadot16@hotmail.com

La reunión del presidente López Obrador con Enrique Alfaro ha trascendido lo hablado para evitar (por ambas partes) que la opinión pública especule, pero debe ser interesante haberlos visto, ambos ejecutivos, uno federal otro estatal.

Los dos llegaron con su propio capital político, con su propio esfuerzo, con la diferencia de que a López Obrador le faltó humildad para establecer acuerdos con Enrique y al hoy gobernador le sobró sensibilidad, tuvo el olfato político para adivinar la conveniencia, no sólo política, sino para el futuro de su encargo sino para su proyecto político vislumbrar la conveniencia de contar con independencia y autonomía necesaria para legitimar su autoridad y defender la soberanía de Jalisco, porque de no haberlo hecho habría quienes confundirían en las elecciones la presidencial y la de la gubernatura para no distinguir quien llegó por quien, cosa que gracias a la prevención de Alfaro no sucedió.

Ambos aparecen en la foto satisfechos y muy cordiales como buenos políticos, después de -como se ha dicho- una reunión muy productiva para Jalisco y para México como país, pero desde luego, saben que la vida les depara al final de sus mandatos momentos de turbulencia, porque es claro que Enrique Alfaro buscará la candidatura a la presidencia de México y López Obrador tiene en su horizonte a otra u otro candidato a sucederlo.

Como el tema de la sucesión está distante, Alfaro sabe que su tarea hoy por hoy es dar resultados a sus votantes en Jalisco.

Para ellos, los temas de seguridad y desarrollo económico, más particularmente el crecimiento, son prioridad. Para Alfaro el desabasto de gasolina en el estado ha sido un tema que con toda seguridad durante algunos días le ha quitado el sueño, ha tenido que trabajar doble y a contra corriente, transitando entre una decisión del Ejecutivo federal que dañó al estado y pudo dañar a su Gobierno, sin tener la culpa, de no ser por su capacidad de decisión y autoridad moral para llamar al orden.

Otra preocupación de los dos ejecutivos, es sin duda el de la educación superior, particularmente el presupuesto de la Universidad de Guadalajara, ejemplo de institución pública, distinguida por su excelencia en el país, materia donde nació y abrevó Alfaro desde muy niño. Aspecto donde López Obrador impulsa su propia universidad, por encima de las instituciones de educación superior de todo el país, porque está más interesado -por recomendación de su esposa- crear una institución educativa que esté ligada a su nombre y su Cuarta Transformación, en lugar de apostar a los años de experiencia y prestigio de la educación superior de México.

El acercamiento es bueno para Jalisco y para los dos órdenes de Gobierno, limar asperezas, por encima de las eventuales diferencias partidistas, son una señal de madurez y comunidad de voluntades. Está claro que las repercusiones del accidente de Puebla, le enseñaron a AMLO que es malo actuar con el hígado y que es mejor para todos, aprender a cohabitar con madurez y dignidad por el bien de la República.

sadot16@hotmail.com