Oscar Ramírez Castellanos
Como referencia histórica desde el año 1975 la Organización de las Naciones Unidas declaró la fecha del 8 de marzo como el día internacional de la mujer, y en vísperas de su conmemoración me atrevo a escribir unas líneas como un hombre solidario de las causas por las que las mujeres han luchado durante siglos y en especial en un tema tan grave como lo es la violencia en contra de las mujeres, que a todas y todos nos debe doler e indignar.
La violencia a la que se enfrentan diariamente las niñas y mujeres en nuestro país, no se limita a la agresión física, sino también a la psicológica, laboral, sexual, emocional y política. A todas las formas de violencia debemos poner un ¡Alto total Ya!, no es aceptable que 6 de cada 10 mujeres en nuestro país sufran algún tipo de ataque por el simple hecho de ser mujer. Lamentablemente muchos de los casos de violencia llegan al extremo del asesinato, en nuestro país se le arrebata la vida a 9 mujeres por día.
¿Que estamos haciendo como sociedad? ¿Desde el seno de nuestra familia, colonias, empresas y ciudad para combatir este tipo de aberraciones?. ¿Que se está haciendo desde los 3 niveles de gobierno para garantizar políticas públicas, reglamentos y leyes para erradicar cualquier tipo de violencia en contra de las mujeres?. Si bien es cierto que recientemente se han tenido logros, también es cierto que siguen siendo insuficientes, ya que se debe trabajar intensamente en la educación desde casa para lograr transformar la conducta violenta de los hombres en contra de las mujeres.
Éstas conductas abusivas podrían erradicarse desde el seno familiar eliminando costumbres, creencias que se inculcan la mayoría de las veces desde la familia o entorno social, tanto en los varones cómo en las mujeres. Deberíamos combatirlas y luchar contra los paradigmas de la educación machista.
Ahora bien, ¿sabemos cuáles son las causas de esta violencia y de los feminicidios?, desde mi percepción, una de las causas más importantes es la inseguridad o miedo que puede causar a los hombres el que la mujer sea más inteligente o por otro lado, cada vez más frecuente; que la mujer obtenga mayores ingresos por su trabajo, que destaque más profesionalmente, que desempeñe puestos de trabajo más altos o más importantes, que sean independientes o autosuficientes en todos los aspectos, o el caso extremo de que no sean ellas las responsables de los quehaceres domésticos, o el que no sean ellas las responsables en su totalidad del cuidado de los hijos, considerando desde un punto de vista machista, tradicional o conservador como que “así debería ser”.
Por otro lado, desde el gobierno se debería trabajar más para garantizar que las denuncias por la violencia en contra de las mujeres no queden impunes, brindando todo el apoyo a las víctimas con la ley en la mano, pero también con la solidaridad y resiliencia debida e incluso endureciendo y haciendo imprescriptibles determinadas conductas de violencia en contra de ellas.
No cabe duda que debemos trabajar sobre el miedo e inseguridad en los hombres para erradicar la violencia en contra de las mujeres y además reconocer que “Cuando las mujeres tienen poder, mejoran decisivamente las vidas de aquellos que están a su alrededor” (Príncipe Enrique de Inglaterra), agregaría que también hacen que la sociedad y por ende nuestro país sea mejor.
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