La seguridad es un desafío en todo el país, la federación tiene un encargo, los Estados y los municipios, la suya, pero mañosamente la federación se lava la cara y esconde su compromiso.
Es clarísimo que el fracaso de las políticas de seguridad, de “abrazos y no balazos”, o “que los acusen con sus mamacitas” que es su coco en las mañaneras, es evidente que no pueden.
El gobernador de Jalisco, habló muy claro, con mucha energía, con autoridad, precisión, como se habla en el Estado de Jalisco, directo sin tapujos, con cortesía y respeto, pero sin doble lenguaje, el gobernador sabe perfectamente su misión frente a los jaliscienses y conoce claramente los límites, dónde comienza y dónde acaba la de su gobierno y dónde comienza la de los municipios que él conoce, enfrenta y apoya, pero también dónde comienza la del gobierno federal, lo expresó con mucho cuidado y respeto para la institución presidencial, pero también muy preciso, con datos, números y cifras. Un gobernador que tampoco está dispuesto a que le armen grillitas, teatritos y escenarios, con intención electorera para minimizar su esfuerzo y mucho menos el esfuerzo de todos los jaliscienses, ahí queda; que en Jalisco se topan con las raíces de hombres bragados y echados para adelante y de los funcionarios que valiente y honestamente asumen su responsabilidad, Alfaro no se esconde atrás de las faldas de ninguna Comisión de Seguridad, en lo que sabe que le toca hacer; esconderse, no es, ni el estilo ni la costumbre de los jaliscienses, menos de su representante el Gobernador, porque en Jalisco si se equivocan, pues con los pantalones bien puestos lo asumen, pero lo que no se vale, ni permite, es que pretendan hacer política con cifras maquilladas, tendenciosas y engañosas, y así lo dijo, directo, respetuoso pero contundente, “con las personas desaparecidas no se juega a la política” – y agrego yo – ni con la seguridad de los ciudadanos. Hubo un acuerdo con el gobierno de Obrador, para que ellos se hicieran cargo de los delitos de delincuencia organizada, la federación y los que serían de la atención de los gobiernos locales: robos a transporte de carga, casa habitación, Banco y a cuentahabientes.
El tema surgió también, porque en materia de seguridad el gobierno Federal le redujo a Jalisco quince millones de pesos del presupuesto, según el Fondo de Aportaciones para la seguridad Pública FASP.
Jalisco tuvo una reducción delictiva en el Estado y sus municipios del 37%, cifras del Sistema Nacional de Seguridad, revisadas y avaladas por organismos ciudadanos y universidades. Se refirió al comparativo del 2018 contra el 2019, reducción de robo a vehículo 19%; robo a negocio 11,6%; robo a casa habitación 18.7%; robo a personas 4%; a bancos 34%; vehículos de carga 54%; robo a cuentahabientes 25% menos. Sin triunfalismos asumió lo mucho que falta aún.
El tema de homicidios y desaparecidos es tema del crimen organizado, precisamente del gobierno federal. Entre esos asesinatos y desaparecidos es evidente que mucho de ello, tiene su origen en la delincuencia organizada, enfrentamientos de entre ellos mismos.
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