/ jueves 7 de octubre de 2021

Ahora son deslaves

Como si no fueran suficientes Las devastaciones y daños económicos producidos por las lluvias atípicas de esta temporada, ahora se siguen presentando las consecuencias de una incipiente planeación urbana donde se incluyen casas habitación construídas en las riberas de los ríos, en presas desecadas o en las faldas de los cerros, de tal manera que los pobladores del estado de Jalisco y principalmente del AMG, seguimos haciendo el recuento de daños.

Ahora son más de 700 viviendas las afectadas por la mega inundación en la parte más vulnerable del municipio de Tlaquepaque donde las aguas de la lluvia de esta semana, rebasaron la capacidad de la Presa Las Pintas, el vaso regulador El Chicharrón y el canal del SIAPA, a tal grado que los habitantes de las colonias Ojo de Agua y Juan de la Barrera, las más afectadas, sólo tuvieron el recurso de rogar al gobierno municipal el apoyo necesario para amainar la penuria de otras cientos de familias que ya habían sufrido por los deslaves en otras regiones del estado.

En el caso de Tlaquepaque, el experto en limnología Josué Daniel Sánchez Tapetillo atribuyó los eventos a la invasión habitacional altamente vulnerables y al relleno de la presa El Órgano. Y agregó que “… desde la parte alta de la cuenca del Ahogado llegó un mayor volumen de agua y superó la capacidad de la presa de Las Pintas”. Lo cual generó la activación de los funcionarios públicos de protección y bomberos encabezados por su coordinador Jaime Manzano Núñez.

Pocas horas antes otro incidente grave y predecible generó el deslave de un cerro en la carretera estatal 112 Chapala-Jocotepec por lo que hubo consecuencias económicas en el poblado de Ajijic, al quedar incomunicadas más de 100 fincas, según informó el ayuntamiento de Chapala a los medios de comunicación, los cuales también dieron cuenta de al menos 121 personas afectadas entre adultos y niños y 24 viviendas dañadas “por las inundaciones. Las zonas de Alceseca, Canacinta, El Bajío, Cristina, Mojonera y Bugambilias, son las más estragadas”, por lo que Protección Civil Jalisco anunció que seguirá apoyando en diversas poblaciones de la ribera de Chapala.

A los estragos naturales en la Ribera de Chapala, habría que agregar la documentada contaminación padecida desde hace décadas a partir de los metales pesados vertidos en esta, la más grande laguna del país, y la poca activación de los gobiernos municipales para exigir la instalación y funcionamiento de las necesarias plantas de tratamiento de aguas residuales a lo cual, debemos agregar, la evidencia desde hace mucho tiempo de los azolves generados por las grandes cantidades de agua que escurre de los cerros rivereños y que, no obstante esa accidentada topografía ampliamente conocida, no ha impedido la aparición de densos multifamiliares, vivienda unifamiliar, cotos de alta plusvalía frente al mejor clima probablemente del mundo, y como lo sabemos desde hace mucho, fraccionamientos de lujo que sólo ven con indiferencia la invasión de nuevos negocios inmobiliarios que empiezan a colapsar las vialidades, los comercios, la seguridad pública y el abasto de agua potable a ese corredor turístico Chapala-Ajijic-Jocotepec. Es obvio que todos esos deslaves tienen que ver con la eliminación de biomasa que antes atrajo las copiosas lluvias pero, sobre todo, servía para contener el desplazamiento de la tierra adherida a sus raíces en estos hermosos parajes.


* Académico del CUAAD.

@CarlosOrozcoSa


Como si no fueran suficientes Las devastaciones y daños económicos producidos por las lluvias atípicas de esta temporada, ahora se siguen presentando las consecuencias de una incipiente planeación urbana donde se incluyen casas habitación construídas en las riberas de los ríos, en presas desecadas o en las faldas de los cerros, de tal manera que los pobladores del estado de Jalisco y principalmente del AMG, seguimos haciendo el recuento de daños.

Ahora son más de 700 viviendas las afectadas por la mega inundación en la parte más vulnerable del municipio de Tlaquepaque donde las aguas de la lluvia de esta semana, rebasaron la capacidad de la Presa Las Pintas, el vaso regulador El Chicharrón y el canal del SIAPA, a tal grado que los habitantes de las colonias Ojo de Agua y Juan de la Barrera, las más afectadas, sólo tuvieron el recurso de rogar al gobierno municipal el apoyo necesario para amainar la penuria de otras cientos de familias que ya habían sufrido por los deslaves en otras regiones del estado.

En el caso de Tlaquepaque, el experto en limnología Josué Daniel Sánchez Tapetillo atribuyó los eventos a la invasión habitacional altamente vulnerables y al relleno de la presa El Órgano. Y agregó que “… desde la parte alta de la cuenca del Ahogado llegó un mayor volumen de agua y superó la capacidad de la presa de Las Pintas”. Lo cual generó la activación de los funcionarios públicos de protección y bomberos encabezados por su coordinador Jaime Manzano Núñez.

Pocas horas antes otro incidente grave y predecible generó el deslave de un cerro en la carretera estatal 112 Chapala-Jocotepec por lo que hubo consecuencias económicas en el poblado de Ajijic, al quedar incomunicadas más de 100 fincas, según informó el ayuntamiento de Chapala a los medios de comunicación, los cuales también dieron cuenta de al menos 121 personas afectadas entre adultos y niños y 24 viviendas dañadas “por las inundaciones. Las zonas de Alceseca, Canacinta, El Bajío, Cristina, Mojonera y Bugambilias, son las más estragadas”, por lo que Protección Civil Jalisco anunció que seguirá apoyando en diversas poblaciones de la ribera de Chapala.

A los estragos naturales en la Ribera de Chapala, habría que agregar la documentada contaminación padecida desde hace décadas a partir de los metales pesados vertidos en esta, la más grande laguna del país, y la poca activación de los gobiernos municipales para exigir la instalación y funcionamiento de las necesarias plantas de tratamiento de aguas residuales a lo cual, debemos agregar, la evidencia desde hace mucho tiempo de los azolves generados por las grandes cantidades de agua que escurre de los cerros rivereños y que, no obstante esa accidentada topografía ampliamente conocida, no ha impedido la aparición de densos multifamiliares, vivienda unifamiliar, cotos de alta plusvalía frente al mejor clima probablemente del mundo, y como lo sabemos desde hace mucho, fraccionamientos de lujo que sólo ven con indiferencia la invasión de nuevos negocios inmobiliarios que empiezan a colapsar las vialidades, los comercios, la seguridad pública y el abasto de agua potable a ese corredor turístico Chapala-Ajijic-Jocotepec. Es obvio que todos esos deslaves tienen que ver con la eliminación de biomasa que antes atrajo las copiosas lluvias pero, sobre todo, servía para contener el desplazamiento de la tierra adherida a sus raíces en estos hermosos parajes.


* Académico del CUAAD.

@CarlosOrozcoSa