/ domingo 22 de abril de 2018

Adultos mayores: la necesaria atención


Carlos M. Orozco Santillán


De acuerdo a datos de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), el año pasado se registraron 268 quejas presentadas por adultos mayores, lo cual nos recuerda que el crecimiento de la esperanza de vida en la población mundial y mexicana, ha obligado a los estados nacionales a modificar muchas políticas públicas para este segmento poblacional.

En principio, los sistemas pensionarios a partir del análisis de la cumbre económica de Davos, que desde principios de este milenio dio a conocer la necesaria reforma profunda de las reglas para alcanzar una digna pensión, o tendríamos que llegar a pagar por trabajar a partir del año 2030 y en consecuencia a la implosión demográfica que padecen algunas de las economías más importantes del mundo.

Por fortuna, y por otra parte, la excelente noticia de la decodificación del Genoma Humano que nos permitirá desarrollar medicinas o recursos científicos para aliviar enfermedades en el futuro cercano, así como la contención o control de otros flagelos como el VIH, la tuberculosis y otras enfermedades que regresaron, o han resurgido, nos obliga de manera emergente a prepararnos como mexicanos a un exponencial crecimiento de la población mayor. Es decir, adultos mayores que probablemente dejaron de trabajar alrededor de los 60 años, pero hoy a sus más de 65 aún tienen probabilidades de vivir otras dos décadas y requerir la atención especializada que se ha desarrollado últimamente para atender este segmento de la población.

Es decir, que la gerontología aplicada a la calidad de vida de nuestros adultos mayores ha crecido exponencialmente y nos obliga a preparar al país, al estado de Jalisco y al Área Metropolitana, no sólo a prodigar a este segmento los medicamentos relativos a enfermedades ya conocidas pero menos atendidas y que tienen que ver con la medicina integral que ya se está desarrollando en las universidades de nuestro país los que pueden atenderse más exitosamente en la concurrencia de esos pacientes en edificios expresamente preparados para ello. Así, probablemente el mejor derrotero de las polémicas ex Villas Panamericanas pudiera ser un Instituto de Gerontología a cargo del Gobierno que vendría a disminuir el abandono del que son objeto cientos de miles de adultos mayores que no solo requieren medicamentos para sus enfermedades crónico-degenerativas sino además una calidad de vida que sólo les puede prodigar la atención integral en materia nutricional, psicológica, activación física y social. Es decir, que la filantropía que se ha hecho cargo de algunos ancianos, muchas veces abandonados en algunas casas habilitadas como asilos en la ciudad, que hoy sobreviven en condiciones de alta vulnerabilidad, podrían continuar su plausible labor para canalizar a estos jaliscienses hacia donde tendrían una mejor calidad de vida por el resto de sus días y las ex Villas Panamericanas dejarían de ser una especie de “manzana de la discordia” o peor aún: otro elefante blanco.

Presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas de Jalisco

carlosm_orozco@hotmail.com



Carlos M. Orozco Santillán


De acuerdo a datos de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), el año pasado se registraron 268 quejas presentadas por adultos mayores, lo cual nos recuerda que el crecimiento de la esperanza de vida en la población mundial y mexicana, ha obligado a los estados nacionales a modificar muchas políticas públicas para este segmento poblacional.

En principio, los sistemas pensionarios a partir del análisis de la cumbre económica de Davos, que desde principios de este milenio dio a conocer la necesaria reforma profunda de las reglas para alcanzar una digna pensión, o tendríamos que llegar a pagar por trabajar a partir del año 2030 y en consecuencia a la implosión demográfica que padecen algunas de las economías más importantes del mundo.

Por fortuna, y por otra parte, la excelente noticia de la decodificación del Genoma Humano que nos permitirá desarrollar medicinas o recursos científicos para aliviar enfermedades en el futuro cercano, así como la contención o control de otros flagelos como el VIH, la tuberculosis y otras enfermedades que regresaron, o han resurgido, nos obliga de manera emergente a prepararnos como mexicanos a un exponencial crecimiento de la población mayor. Es decir, adultos mayores que probablemente dejaron de trabajar alrededor de los 60 años, pero hoy a sus más de 65 aún tienen probabilidades de vivir otras dos décadas y requerir la atención especializada que se ha desarrollado últimamente para atender este segmento de la población.

Es decir, que la gerontología aplicada a la calidad de vida de nuestros adultos mayores ha crecido exponencialmente y nos obliga a preparar al país, al estado de Jalisco y al Área Metropolitana, no sólo a prodigar a este segmento los medicamentos relativos a enfermedades ya conocidas pero menos atendidas y que tienen que ver con la medicina integral que ya se está desarrollando en las universidades de nuestro país los que pueden atenderse más exitosamente en la concurrencia de esos pacientes en edificios expresamente preparados para ello. Así, probablemente el mejor derrotero de las polémicas ex Villas Panamericanas pudiera ser un Instituto de Gerontología a cargo del Gobierno que vendría a disminuir el abandono del que son objeto cientos de miles de adultos mayores que no solo requieren medicamentos para sus enfermedades crónico-degenerativas sino además una calidad de vida que sólo les puede prodigar la atención integral en materia nutricional, psicológica, activación física y social. Es decir, que la filantropía que se ha hecho cargo de algunos ancianos, muchas veces abandonados en algunas casas habilitadas como asilos en la ciudad, que hoy sobreviven en condiciones de alta vulnerabilidad, podrían continuar su plausible labor para canalizar a estos jaliscienses hacia donde tendrían una mejor calidad de vida por el resto de sus días y las ex Villas Panamericanas dejarían de ser una especie de “manzana de la discordia” o peor aún: otro elefante blanco.

Presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas de Jalisco

carlosm_orozco@hotmail.com