/ jueves 25 de marzo de 2021

Acechanza de mafias contra universidades en México

Las universidades son el alma del desarrollo de un pueblo, el rector Octavio Rivero Serrano en una entrevista para el libro de “Rectores del Cambio al siglo XXI” declaró – ninguna institución educativa del mundo le ha dado tanto a su Patria , como la UNAM a México – y agregó – y ponga a todas las que se le puedan ocurrir, la Sorbona, Harvard, la Lomonósov, Cambridge, Berkley, Salamanca, La Complutense, la que quiera – y tenía razón cuando lo dijo, ninguna alcanza la magnitud de la aportación a México.

El fin de semana el señor Obrador inauguró instalaciones de lo que ha dado en llamar la universidad del Bienestar. Pero, en realidad tendrá la calidad educativa que requiere. Sin examen de selección, cómo cuidar la excelencia en carreras como medicina, carrera primordialmente delicada por la responsabilidad de vidas humanas, que no puede vomitar “profesionales” a vapor sin conocimientos, suponiendo que en la práctica irán aprendiendo, sin considerar que son vidas humanas.

Es obligación de los universitarios – y solo de ellos – cuidar la calidad y excelencia de sus instituciones. Nos hemos enterado de que en la Universidad de Guadalajara hay un libro “Contabilidad General” de Editorial Universitaria de Guadalajara, elaborado por diversos autores, es importante fuente de ingresos, a falta de colegiaturas actualizadas, no está mal, pero es cuestionable, porque a los alumnos se les exige comprarlo para aprobar la materia y como deben comprobar su adquisición, tienen que reportar la compra del libro para acreditar la materia, lo que significa. Lo malo es, cuando un alumno quiere vender o regalar el libro para algún hermano o compañero para que estudie y apruebe, no puede. Porque necesita reportar su compra, vender libros así, para un mercado de estudiantes cautivo, es injusto pero no hay mecanismos que lo remedien, y los jóvenes callan, pero no olvidan, justificable, pero no en perjuicio de calidad educativa.

La UNAM tampoco ha estado exenta de ser presa fácil de vividores que aprovechan su cercanía con el presidente, para “vender” su favores, a la universidad, Ackerman, ha mermado millones en “seudo programas democráticos” bastante cuestionados en perjuicio de las – ya de por sí debilitadas – arcas universitarias. Él calificó de sicarios a algunos periodistas, pero a él, se le ve desde ésta óptica, como extorsionador de instituciones, con la complacencia de su esposa en la Función Pública y el silencio de Palacio Nacional.

Qué será la Universidad del Bienestar, centro de adoctrinamiento o elefante inútil como la Universidad de la Ciudad de México, cuya calidad académica y viabilidad está encaminada más al adoctrinamiento ideológico que fortalezca al gobierno, que a la profesionalización de estudiantes.

La educación Universitaria requiere de mujeres y hombres comprometidos, ética y patrióticamente con su país. Científicos que no subordinen sus conocimientos a los caprichos del gobernante en turno, honestos competentes, con ideales y congruentes con su pensamiento. Imaginen a una científica ambientalista en un cargo público, que guarde silencio cómplice ante los caprichos del gobernante o un científico epidemiólogo, arrodillado a los caprichos de un gobierno, o un Doctor en Derecho callado frente a los errores jurídicos del presidente en turno. Y creámoslo o no, los hay.

sadot16@hotmail.com

Las universidades son el alma del desarrollo de un pueblo, el rector Octavio Rivero Serrano en una entrevista para el libro de “Rectores del Cambio al siglo XXI” declaró – ninguna institución educativa del mundo le ha dado tanto a su Patria , como la UNAM a México – y agregó – y ponga a todas las que se le puedan ocurrir, la Sorbona, Harvard, la Lomonósov, Cambridge, Berkley, Salamanca, La Complutense, la que quiera – y tenía razón cuando lo dijo, ninguna alcanza la magnitud de la aportación a México.

El fin de semana el señor Obrador inauguró instalaciones de lo que ha dado en llamar la universidad del Bienestar. Pero, en realidad tendrá la calidad educativa que requiere. Sin examen de selección, cómo cuidar la excelencia en carreras como medicina, carrera primordialmente delicada por la responsabilidad de vidas humanas, que no puede vomitar “profesionales” a vapor sin conocimientos, suponiendo que en la práctica irán aprendiendo, sin considerar que son vidas humanas.

Es obligación de los universitarios – y solo de ellos – cuidar la calidad y excelencia de sus instituciones. Nos hemos enterado de que en la Universidad de Guadalajara hay un libro “Contabilidad General” de Editorial Universitaria de Guadalajara, elaborado por diversos autores, es importante fuente de ingresos, a falta de colegiaturas actualizadas, no está mal, pero es cuestionable, porque a los alumnos se les exige comprarlo para aprobar la materia y como deben comprobar su adquisición, tienen que reportar la compra del libro para acreditar la materia, lo que significa. Lo malo es, cuando un alumno quiere vender o regalar el libro para algún hermano o compañero para que estudie y apruebe, no puede. Porque necesita reportar su compra, vender libros así, para un mercado de estudiantes cautivo, es injusto pero no hay mecanismos que lo remedien, y los jóvenes callan, pero no olvidan, justificable, pero no en perjuicio de calidad educativa.

La UNAM tampoco ha estado exenta de ser presa fácil de vividores que aprovechan su cercanía con el presidente, para “vender” su favores, a la universidad, Ackerman, ha mermado millones en “seudo programas democráticos” bastante cuestionados en perjuicio de las – ya de por sí debilitadas – arcas universitarias. Él calificó de sicarios a algunos periodistas, pero a él, se le ve desde ésta óptica, como extorsionador de instituciones, con la complacencia de su esposa en la Función Pública y el silencio de Palacio Nacional.

Qué será la Universidad del Bienestar, centro de adoctrinamiento o elefante inútil como la Universidad de la Ciudad de México, cuya calidad académica y viabilidad está encaminada más al adoctrinamiento ideológico que fortalezca al gobierno, que a la profesionalización de estudiantes.

La educación Universitaria requiere de mujeres y hombres comprometidos, ética y patrióticamente con su país. Científicos que no subordinen sus conocimientos a los caprichos del gobernante en turno, honestos competentes, con ideales y congruentes con su pensamiento. Imaginen a una científica ambientalista en un cargo público, que guarde silencio cómplice ante los caprichos del gobernante o un científico epidemiólogo, arrodillado a los caprichos de un gobierno, o un Doctor en Derecho callado frente a los errores jurídicos del presidente en turno. Y creámoslo o no, los hay.

sadot16@hotmail.com