/ martes 6 de julio de 2021

Abrazos no balazos

En la generación de los sesentas y setentas del siglo pasado, se dio un movimiento de jóvenes que se dejaban crecer su barba, bigote y cabello, creando una frase de mucha trascendencia denominada “Amor y Paz”, saludando con los dedos de la mano donde los dedos índice y medio formaban una V, de victoria, las ideologías de izquierda y derecha eran parte de la formación del pensamiento de los jóvenes que buscaban una convivencia de amor y paz, era un mundo de las figuras de los luchadores sociales como Ernesto “El Che Guevara”, Fidel Castro, Mao Tse Tung, Genaro Vázquez Rojas, Lucio Cabañas, entre otros.

La filosofía se transformaba del existencialismo al socialismo, el pensamiento latinoamericano se confrontaba con el pensamiento europeo, como las figuras de los filósofos Hugo Zemelman y Humberto Maturana, entre otros.

El movimiento de esa juventud fue pacifista, solo pedían amor y paz, protestaban por la guerra entre Estados Unidos y Rusia que se enfrentaban con el pretexto de libertad, se dividían en el Pacífico los países Vietnam y Corea, causando muchas muertes de gente inocente y ajena al conflicto bélico, asimismo la cultura del rock crecía entre la juventud y se escuchaba en los pasillos universitarios, plazas, auditorios y con música exigían la convivencia de amor y paz, fue la época que se conoció como la guerra fría, misma que sometía al ser humano a los caprichos de los imperios.

En estos días las instituciones políticas y educativas tratan de fortalecer la cultura de la paz, con programas sociales que van desde la construcción de canchas de fútbol hasta programas educativos, para tratar de disminuir el rezago en educación, donde muchos adultos mayores de quince años no han terminado su educación básica, y otros más sus estudios de bachillerato.

La cultura de la paz se genera en la familia, cuando el padre y la madre eliminan las ofensas o también conocidas como sevicias, o bien los hermanos conviven en un ambiente fraterno, asimismo las escuelas y universidades son fundamentales para enriquecer la paz y la tranquilidad de los jóvenes que se forman en sus aulas con los valores, el arte, deporte y ciencia.

La frase de “abrazos y no balazos” es parte de esta cultura de la paz, más sin embargo la realidad sociológica en México en cuanto a política criminal es otra, porque la criminalidad en cuanto a su organización armamento, logística, planeación y programación de actos criminales comienza a superar en armamento y organización a las instituciones de seguridad pública, por lo que los abrazos y no balazos son ideales y formas de ser que se pueden consolidar una vez que se elimine el hambre y la necesidad del ser humano, donde el salario mínimo en este país no es suficiente para que viva como dice la norma constitucional una familia.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio

En la generación de los sesentas y setentas del siglo pasado, se dio un movimiento de jóvenes que se dejaban crecer su barba, bigote y cabello, creando una frase de mucha trascendencia denominada “Amor y Paz”, saludando con los dedos de la mano donde los dedos índice y medio formaban una V, de victoria, las ideologías de izquierda y derecha eran parte de la formación del pensamiento de los jóvenes que buscaban una convivencia de amor y paz, era un mundo de las figuras de los luchadores sociales como Ernesto “El Che Guevara”, Fidel Castro, Mao Tse Tung, Genaro Vázquez Rojas, Lucio Cabañas, entre otros.

La filosofía se transformaba del existencialismo al socialismo, el pensamiento latinoamericano se confrontaba con el pensamiento europeo, como las figuras de los filósofos Hugo Zemelman y Humberto Maturana, entre otros.

El movimiento de esa juventud fue pacifista, solo pedían amor y paz, protestaban por la guerra entre Estados Unidos y Rusia que se enfrentaban con el pretexto de libertad, se dividían en el Pacífico los países Vietnam y Corea, causando muchas muertes de gente inocente y ajena al conflicto bélico, asimismo la cultura del rock crecía entre la juventud y se escuchaba en los pasillos universitarios, plazas, auditorios y con música exigían la convivencia de amor y paz, fue la época que se conoció como la guerra fría, misma que sometía al ser humano a los caprichos de los imperios.

En estos días las instituciones políticas y educativas tratan de fortalecer la cultura de la paz, con programas sociales que van desde la construcción de canchas de fútbol hasta programas educativos, para tratar de disminuir el rezago en educación, donde muchos adultos mayores de quince años no han terminado su educación básica, y otros más sus estudios de bachillerato.

La cultura de la paz se genera en la familia, cuando el padre y la madre eliminan las ofensas o también conocidas como sevicias, o bien los hermanos conviven en un ambiente fraterno, asimismo las escuelas y universidades son fundamentales para enriquecer la paz y la tranquilidad de los jóvenes que se forman en sus aulas con los valores, el arte, deporte y ciencia.

La frase de “abrazos y no balazos” es parte de esta cultura de la paz, más sin embargo la realidad sociológica en México en cuanto a política criminal es otra, porque la criminalidad en cuanto a su organización armamento, logística, planeación y programación de actos criminales comienza a superar en armamento y organización a las instituciones de seguridad pública, por lo que los abrazos y no balazos son ideales y formas de ser que se pueden consolidar una vez que se elimine el hambre y la necesidad del ser humano, donde el salario mínimo en este país no es suficiente para que viva como dice la norma constitucional una familia.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio