/ martes 23 de marzo de 2021

A vacunarnos

La vacuna contra el COVID-19 es una esperanza de vida, una nueva oportunidad de respirar, pensar y caminar para los jaliscienses, la primera aplicación de la vacuna en la zona metropolitana de los diferentes laboratorios fue en Tlaquepaque, así como en Tonalá donde el Centro Universitario de Tonalá participo con una excelente organización, aplicando la vacuna después de ser entregados los requisitos como fueron: Credencial del INE, solicitud de vacunación ante el gobierno federal, comprobante de domicilio, y el CURP, una vez entregados estos requisitos pasaba uno a la etapa de vacunación y posteriormente a la etapa de observación.

Nuestros adultos mayores recibían su vacuna contra esta enfermedad del COVID-19, que ha causado miles de muertes a nivel nacional y local, más sin embargo las personas que recibieron la primera dosis deben esperar para una segunda vacunación, de lo contrario no se tendrán los efectos positivos para contender a esta enfermedad que ha azotado a la humanidad.

Esta pandemia comenzó en China y de allí se ha extendido a diferentes países ocasionando millones de muertes.

En estos días se cumple un año del confinamiento en Jalisco y México, el Estado de Jalisco formó el Primer Comité de Salud apoyado por los científicos de esta línea de investigación de la Universidad de Guadalajara.

La sensibilización llegó a las personas, así las empresas mandaron a su personal a realizar el trabajo en sus casas, la Universidad de Guadalajara con su filosofía de respetar la vida y “Pensar y Trabajar” aplicó medidas de salud para el personal académico, administrativo y de servicio, así como para sus alumnos, estableciendo de manera armónica las aulas virtuales para dar continuidad a los planes y programas de estudio de educación media superior, licenciaturas y posgrados, los trabajadores administrativos y de servicio realizaron jornadas escalonadas, a sus trabajadores académicos, administrativos y de servicio en su calidad de personas vulnerables los descansaron como medida obligatoria para conservar sus vidas.

Las vacunas llegaron y tras largas filas de noches en vela, unos alcanzaron y otros no, las filas de las personas mayores en el cuartel colorado del sector Reforma en Guadalajara, eran de distancia casi de hombro con hombro, pero las personas allí seguían esperando su turno ante las inclemencias del caluroso tiempo para vacunarse.

Los automóviles que llevaban de pasajeros a los adultos mayores en el Centro Universitario de Arte y Arquitectura guardaban su turno con días anteriores, la sociedad civil se organizó y respetando la fila otorgaban un número para el automóvil y quién se atrevía a meterse sin respetar los turnos, los claxon inmediatamente empezaban a sonar, se sintió una buena organización de los voluntarios universitarios, asimismo en la aplicación y atención para vacunar a los adultos, una vez vacunados los voluntarios universitarios los esperaban ofreciéndoles suero, café, agua y un bocadillo, los baños que se instalaron en el Centro Universitario estaban en constante aseo, más sin embargo las dosis de vacunación fueron insuficientes para la aplicación de la fila interminable de los vehículos.

Las vacunas en contra del COVID-19 son la esperanza de vida de los seres humanos.


* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio

La vacuna contra el COVID-19 es una esperanza de vida, una nueva oportunidad de respirar, pensar y caminar para los jaliscienses, la primera aplicación de la vacuna en la zona metropolitana de los diferentes laboratorios fue en Tlaquepaque, así como en Tonalá donde el Centro Universitario de Tonalá participo con una excelente organización, aplicando la vacuna después de ser entregados los requisitos como fueron: Credencial del INE, solicitud de vacunación ante el gobierno federal, comprobante de domicilio, y el CURP, una vez entregados estos requisitos pasaba uno a la etapa de vacunación y posteriormente a la etapa de observación.

Nuestros adultos mayores recibían su vacuna contra esta enfermedad del COVID-19, que ha causado miles de muertes a nivel nacional y local, más sin embargo las personas que recibieron la primera dosis deben esperar para una segunda vacunación, de lo contrario no se tendrán los efectos positivos para contender a esta enfermedad que ha azotado a la humanidad.

Esta pandemia comenzó en China y de allí se ha extendido a diferentes países ocasionando millones de muertes.

En estos días se cumple un año del confinamiento en Jalisco y México, el Estado de Jalisco formó el Primer Comité de Salud apoyado por los científicos de esta línea de investigación de la Universidad de Guadalajara.

La sensibilización llegó a las personas, así las empresas mandaron a su personal a realizar el trabajo en sus casas, la Universidad de Guadalajara con su filosofía de respetar la vida y “Pensar y Trabajar” aplicó medidas de salud para el personal académico, administrativo y de servicio, así como para sus alumnos, estableciendo de manera armónica las aulas virtuales para dar continuidad a los planes y programas de estudio de educación media superior, licenciaturas y posgrados, los trabajadores administrativos y de servicio realizaron jornadas escalonadas, a sus trabajadores académicos, administrativos y de servicio en su calidad de personas vulnerables los descansaron como medida obligatoria para conservar sus vidas.

Las vacunas llegaron y tras largas filas de noches en vela, unos alcanzaron y otros no, las filas de las personas mayores en el cuartel colorado del sector Reforma en Guadalajara, eran de distancia casi de hombro con hombro, pero las personas allí seguían esperando su turno ante las inclemencias del caluroso tiempo para vacunarse.

Los automóviles que llevaban de pasajeros a los adultos mayores en el Centro Universitario de Arte y Arquitectura guardaban su turno con días anteriores, la sociedad civil se organizó y respetando la fila otorgaban un número para el automóvil y quién se atrevía a meterse sin respetar los turnos, los claxon inmediatamente empezaban a sonar, se sintió una buena organización de los voluntarios universitarios, asimismo en la aplicación y atención para vacunar a los adultos, una vez vacunados los voluntarios universitarios los esperaban ofreciéndoles suero, café, agua y un bocadillo, los baños que se instalaron en el Centro Universitario estaban en constante aseo, más sin embargo las dosis de vacunación fueron insuficientes para la aplicación de la fila interminable de los vehículos.

Las vacunas en contra del COVID-19 son la esperanza de vida de los seres humanos.


* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio